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SGAE, la guerra de los 365 millones

Las elecciones a la junta directiva de la Sociedad General de Autores y Editores, celebradas ayer, simbolizan la pugna entre partidarios y detractores de Teddy Bautista

Gregorio Belinchón

Desde la planta primera, enmarcado por la colosal escalera del Palacio de Longoria, un espectacular edificio modernista obra del arquitecto José Grases y sede madrileña de la Sociedad General de Autores y Editores, Teddy Bautista se asoma y mira el incesante reguero de votantes que entran por la puerta. Por primera vez, el control que desde 1983 ejerce el hoy presidente del Consejo de Dirección -una especie de consejero delegado- sobre la entidad de gestión de derechos de autor puede haber llegado a su fin. Son las elecciones a la Junta Directiva, a los 38 vocales que el 12 de julio elegirán a su vez al Presidente (el actual es José Luis Borau), a los tres vicepresidentes y al presidente del Consejo de Dirección (Bautista). Y puede que el músico y gestor haya encontrado un hueso duro de roer, porque la candidatura De Otra Manera (DOM) ha ido comiendo terreno en una batalla electoral farragosa a la lista que apoya a Bautista, la Candidatura Profesional de Autores y Compositores (CPAC). Por el medio, algún otro candidato individual. Y el enfrentamiento tiene un claro valor económico: los 365 millones de euros que cada año administra la SGAE.

De los más de 100.000 socios, solo 8.272 tienen derecho a voto
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Ayer por la mañana, los socios entraban y salían constantemente: músicos caídos en desgracia, directores de cine, compositores consagrados, dramaturgos, guionistas, artistas salidos de Operación Triunfo... De los más de 100.000 socios de la SGAE, solo tienen derecho a voto 8.271, cribados por su permanencia en la entidad y los derechos generados por sus obras. Pero tampoco esos votantes tienen el mismo valor, porque dependiendo de esos ingresos los socios suman 70.191 votos, es decir que un miembro puede tener un voto, y otro, por ejemplo, cinco. Además, para hacer más farragoso el sistema -aunque la SGAE asegure que así se prima a quien más aporta-, el colegio electoral se divide en Gran Derecho (artes escénicas), del que saldrán siete vocales; Pequeño Derecho (compositores y letristas), del que habrá 16; Obras Audiovisuales, que aportará otros siete miembros, y Editorial (editores musicales), con ocho vocales.

En el Palacio de Longoria olía a ambiente tenso. El controvertido proceso electoral ha dejado un poso hostil. Y probablemente ha empujado a los socios a acercarse a las urnas en mayor cantidad. Si en 2007 votaron 842 socios, ayer ya se sabía que solo en voto por correo esperaban en las sacas 1.100 papeletas, y que el voto presencial, en urna, a las doce del mediodía duplicaba al de las anteriores elecciones. Los resultados se anunciarán hoy viernes, sin que al cierre de esta edición se supiera a qué hora. Para ahondar en el mal ambiente reinante, días antes la Fiscalía Anticorrupción había presentado una denuncia ante el Decanato de la Audiencia Nacional por un supuesto desvío de fondos en las actividades de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), dependiente de la SGAE. La entidad contraatacó con una nota en la que asegura que "ninguno de los juzgados de la Audiencia Nacional ha seguido actuación alguna ni frente a la SGAE ni frente a sus filiales".

Entre los votantes hay una sensación de cambio, de posibilidad de enderezar la mala imagen de la SGAE. El músico Iván Ferreiro decía, tras votar: "Es el momento de que los autores nos involucremos aún más en la SGAE de forma responsable. Yo no me hecho foto con ningún candidato y agradezco que se vote con listas abiertas para que pueda dejar clara mi opción. Que haya en esta ocasión menos abstención significa que como yo muchos creen en involucrarse más en esta entidad".

Esta mañana, con el listado de los 38 vocales en la mano, comenzarán las quinielas sobre qué votará cada uno el día 12 de julio. Y sobre si ese día Teddy Bautista podrá seguir asomándose (hasta 2015) a la escalera de su imperio.

Dos votantes de la SGAE se dirigen a la urna situada en la sede de la sociedad.
Dos votantes de la SGAE se dirigen a la urna situada en la sede de la sociedad.SAMUEL SÁNCHEZ

La mala imagen del 'gran recaudador'

Que quede claro: el nombre de Eduardo Teddy Bautista no aparece en ninguna de las listas que se presentaron ayer en las elecciones a la Junta Directiva. Pero la Candidatura Profesional de Autores y Compositores (CPAC) está formada por los artistas que respaldan a Bautista. Nombres como Caco Senante, Javier Limón, Jaume Sisa, Teo Cardalda, José Luis Cuerda, Manuel Gómez Pereira, Imanol Uribe, Sabino Méndez o Yolanda García Serrano arropan a quien ha sido el blanco de críticas e iras por parte de los consumidores españoles, que le ven como el gran recaudador. Por el otro lado, De Otra Manera (DOM), cuya cabeza visible es el compositor José Miguel Fernández Sastrón, al que acompañan artistas como José Manuel Soto, César Cadaval (Los Morancos), Miguel Hermoso, Hugo Stuven o José Luis Acosta. Sastrón, ayer por la mañana, no quiso ahondar en la denuncia de la Fiscalía Anticorrupción: "Yo quiero mejorar la gestión, que creo que se ha hecho fatal. Ni me planteo que haya habido corruptelas, porque si no... Creo que la mala imagen de la SGAE es consecuencia de cómo se hacen las cosas. Los 300 millones de euros invertidos en la red de teatros Arteria han sido una inversión en ladrillo, que se ha detraído de lo que ganarían los autores". Cuestionado sobre sus primeros pasos si el 12 de julio la Junta Directiva le elige como máximo responsable, el compositor respondió: "Dialogaré con todo el mundo, e intentaré que haya más sentido común".

El compositor Bernardo Fuster, que forma parte de la candidatura de la CPAC en el apartado Audiovisuales, está de acuerdo con la necesidad de mejora la imagen: "Está claro que debemos aunar esfuerzos, que ese cambio de imagen hay que encararlo. Pero vivimos tiempos convulsos, en los que nos jugamos muchos millones. Y este juego no es limpio. Por supuesto la SGAE debe adaptarse a las nuevas realidades digitales. Pero no podemos olvidar que la cultura tiene un valor, no es gratis. Esta explosión digital para mí es como una gran autopista: ahí está asfaltada, recién abierta, y nosotros ahora tenemos que señalizarla".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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