Un presidente poco presidente
No hemos publicado la foto del cadáver de Bin Laden ni el vídeo de su asesinato porque nosotros no somos así. No vamos corriendo a YouTube para colgar nuestra última fechoría. Tenemos una cultura, una educación, unas formas. La foto de Bin Laden con media cara volada era demasiado gráfica. No nos gustan las cosas demasiado gráficas, en el caso de que una imagen pueda ser más gráfica que otra, que es como decir, ahora caigo, que un hígado es más hígado que otro. Si dijéramos que no nos gustan los hígados demasiado hígados, el público advertiría el disparate. Pero decir, en cambio, que no nos gustan los gráficos demasiado gráficos parece una sutileza, un hallazgo literario, no sé, quizá una metáfora. Era un modo de señalar que no nos gustan los crímenes demasiado crímenes. Y la gente lo ha captado porque no había más que asomarse a la ventana para ver la alegría de las buenas personas.
Nos gustó mucho esta foto del asesinato porque no era una foto demasiado foto del asesinato. Ya ven que yo mismo estoy en chándal, como un laborable que no es laborable. Parezco un presidente poco presidente (un presidente de vacaciones) porque un presidente muy presidente no debería hacer estas cosas. Mis asesores me explicaron la importancia de aparecer sin chaqueta y sin corbata. Es ridículo ponerse elegante para ver porno, me dijeron. Hillary Clinton ha salido demasiado Hillary Clinton, lo que la obligó a difundir después la especie de la tos alérgica. La próxima vez no la invitamos, es una mujer demasiado gráfica. Ahora trabajamos en una tortura que no es demasiado tortura.
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