Internacional
Ola de cambio en el mundo árabe
| Revuelta popular en Libia
Consciente de que Trípoli es el último agujero en el que su régimen puede respirar, el coronel Muamar el Gadafi ha decidido armar a sus fieles para librar en la capital la última batalla. Sin apoyos internacionales y sin apenas ejército, el dictador solo tiene a los seguidores de su bandera verde, la de la revolución que él inició en 1969.
"Compartimos la comida y la gasolina que nos queda, y por las noches nos turnamos para hacer guardia", explicaba ayer por la mañana A. A., una dentista de 30 años que vive a 20 minutos en coche del centro de Trípoli.
Algo aterrador ocurrió ayer en Trípoli después de la hora del rezo. Decimos "algo" porque, aunque los testimonios que llegan de la capital a través de mensajes de Twitter y de llamadas telefónicas son muchos, es imposible tener datos de cuántas personas salieron a la calle para pedir la caída del régimen de Gadafi.
El aeropuerto de Trípoli, la capital de Libia, seguía ayer totalmente colapsado por cientos de extranjeros que tratan de salir del país norteafricano, dijeron a este diario fuentes diplomáticas españolas. Muchos trabajadores extranjeros siguen atrapados en el país.
La diplomacia
Después de un largo y difícil debate que refleja la trascendencia y el dramatismo de la situación en Libia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución que convierte a Muamar el Gadafi en un paria de la comunidad internacional, condenado por su crueldad, castigado con sanciones que lo aíslan del mundo y perseguido como un criminal que ha cometido delitos contra la humanidad.
Consecuencias políticas en Francia
La ministra de Asuntos Exteriores francesa, Michèle Alliot-Marie, en la cuerda floja desde hace un mes por sus polémicas vacaciones en Túnez y sus relaciones -y las de su familia- con un hombre de negocios tunecino próximo al clan de Ben Ali dimitirá hoy.
Tensión en el golfo Pérsico
"El diálogo y las promesas no son suficientes. Tenemos que ver avances concretos", declaró ayer Hasan Mushaimaa a su llegada a Bahrein desde el exilio, respecto a la invitación del rey Hamad. El líder del grupo radical chií Haq estaba siendo juzgado por intentar derrocar a la monarquía.
Varios centenares de ciudadanos se han manifestado en los últimos días en la Provincia Oriental de Arabia Saudí, donde se concentran las riquezas petroleras del país y su población chií. Los participantes en la inusual protesta solicitaban la liberación de presos políticos.
Inestabilidad en el norte de África
El Magreb vivió ayer una jornada con manifestaciones en Argel, en varias ciudades de Marruecos y en Túnez, donde los enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas de seguridad se saldaron con tres muertos y nueve heridos hospitalizados entre los primeros, según un comunicado del Ministerio del Interior.
La situación en Yemen
Un importante líder tribal de Yemen anunció ayer que abandona el partido gobernante, lo que supone un duro golpe al asediado liderazgo del presidente Ali Abdalá Saleh mientras las manifestaciones que exigen su renuncia continúan por todo el país.
Los primeros resultados de las elecciones legislativas del viernes en Irlanda confirmaron ayer el desplome del Fianna Fáil, el partido dominante en la política irlandesa desde la independencia. El único sondeo a pie de urna, daba como claro vencedor al Fine Gael (36,1%).