La Eurocámara arremete contra Ashton por dejar pasar el tren de la historia en Egipto

Un Parlamento Europeo enfurecido con la incapacidad y flagrante ausencia de la UE en las crisis de Túnez y Egipto arremetió ayer contra Catherine Ashton, después de que la alta responsable para la Política Exterior de la Unión volviera a repetir en la Eurocámara los blandos lugares comunes de las últimas jornadas. Para los eurodiputados se trata de un nuevo ejemplo de pérdida del tren de la historia. "La única reacción europea ha llegado de fuera de la UE", le reprochó el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt. "[El primer ministro de Turquía] Recep Tayyip Erdogan ha dicho a Mubarak que debe escuchar al pueblo y marcharse. Ha sido la única reacción europea".

Una vez que Mubarak ha decidido resistir las peticiones de la calle egipcia de que deje el poder y hacer oídos sordos a las indicaciones de sus hasta ahora aliados occidentales de que atienda a esa voluntad popular, Ashton siguió insistiendo ayer en la vía del diálogo para salir del marasmo. Incluso apeló a la calma de todas las partes, lo que indignó a un hemiciclo que acababa de ver las imágenes de la violencia desencadenada por las fuerzas del régimen.

"Transición y transformación implican urgencia", mantiene Ashton, que lo más lejos que llega es decir que "Mubarak tiene que hacerlas con rapidez para probar que escucha al pueblo".

Esa blandura indignó a la Eurocámara, que ve en Ashton la encarnación de todas las carencias de la política exterior europea. "La crisis ha pillado a la UE con el pie cambiado. Tiene que ser más visible. Hablar con una sola voz", le indicó José Ignacio Salafranca en nombre del Partido Popular Europeo, el más numeroso de la Cámara.

Otro diputado describió a la UE como un inaudible segundo violín y Verhofstadt se dijo "decepcionado por la manera en que Europa va a repetir los mismos errores" de 1989, año de la caída del Muro: "No entiende el momento histórico y tiene miedo".

"Si no apoyamos al pueblo egipcio, el pueblo árabe nos volverá a dar la espalda", profetizó el verde Daniel Cohn-Bendit, mientras otras voces reclamaban un cambio en la Política de Vecindad de la UE, que hasta ahora ha sacrificado los valores que predica la Unión en el altar de la estabilidad. "Si queremos ser importantes globalmente debemos empezar por eser relevantes al menos en la vecindad", señaló el eurodiputado popular Francisco José Millán.

Ashton no se amilanó ante el aluvión de críticas y salió de su rincón disparando. "¿Me han dado ustedes las herramientas y recursos que necesito? Probablemente no", echó en cara a los parlamentarios. Negó que la UE hubiera tardado en responder a las dos crisis (porque lo hizo con comunicados antes de que otros hablaran) y para probar su dinamismo personal anunció que mientras se producía el debate había enviado mensajes a El Cairo reclamando que las fuerzas de seguridad intervengan para detener la escalada de violencia y decirle al Gobierno que es responsable de que el Ejército garantice la seguridad de los egipcios.

Para Ashton, Europa está activamente mediando en la crisis y los teléfonos de los dirigentes europeos echan humo de tanto hablar con Egipto.