Un discurso irreal y la nada
En el debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, la vicepresidenta económica agradeció a los empleados públicos su solidaridad al ver reducidas sus expectativas. ¿Es irreal o cínica esta manera de referirse al recorte salarial decretado en mayo? Ha afirmado que los primeros datos de contratación tras la reforma laboral son alentadores ¿Desconoce que en septiembre más del 90% de los contratos han sido temporales y los indefinidos menos que el mismo mes de hace un año? En el mundo de la vicepresidenta se concilia estabilizar la economía y crear empleo con modificar al alza la previsión de desempleo para 2011. Es un lugar con grandes dosis de ficción, dominado por los "escenarios". En una página se puede afirmar que se mantiene la cohesión social y, en la siguiente, reducir las partidas de desempleo, políticas activas de empleo, servicios sociales y sanidad.
El líder del PP ha insistido en los aspectos nucleares de sus discursos: los misterios rodeados de sombras y las maldiciones bíblicas. Es decir: la nada. La posición de su partido se suele fijar fuera del hemiciclo, en este caso en Cataluña, desde donde se ha advertido que, en un contexto de crisis, hay que trabajar más y hacer esfuerzos incluso para ganar menos.
Por primera vez en la historia reciente no se ha informado a los sindicatos antes de enviar los Presupuestos a las Cortes Generales. Este derecho, que se convierte en un deber del Gobierno, ha sido defraudado por su parte sin ningún tipo de justificación. Nuestra posición es conocida: son los Presupuestos de la resignación y el recorte. Centrados en el único objetivo de reducir el déficit público en respuesta a las exigencias de Bruselas, renuncian a una política fiscal más justa que se pretende disimular con medidas cosméticas. Los Presupuestos van a mantener a la sociedad española en el estancamiento económico y ahondan en una línea de aislamiento de nuestro país en la recuperación que se pueda producir en el conjunto de la Unión Europea. UGT insiste en que nuestra economía necesita una rectificación que no puede demorarse. El Gobierno, que parece estar aún madurando los efectos de la huelga general, no debe desaprovechar la discusión presupuestaria.
Cándido Méndez es secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT).
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