Conflicto en la frontera de Melilla
Por si había alguna duda, Mariano Rajoy respaldó ayer expresamente la visita de José María Aznar a Melilla y la atribuyó a que el Gobierno "ha abdicado de su responsabilidad" en este conflicto. "Es un ciudadano español que tiene perfecto derecho a ir para que Melilla vea que hay alguien que se preocupa por ella", aseguró el líder del PP a Europa Press.
"Hay tranquilidad por ahora, pero aquí todo es impredecible". Un policía y un guardia civil del puesto fronterizo de Beni Enzar repetían ayer, por separado, la misma idea: en Melilla nunca se sabe lo que puede pasar; los activistas marroquíes que agitaron un conflicto incomprensible protestan de forma habitual, aunque lo hagan sin apoyo diplomático marroquí y sin osar inundar la tierra de nadie de carteles insultando a la policía española.
La ONU pidió ayuda el pasado 1 de julio al Gobierno español para desbloquear la negociación sobre el Sáhara Occidental, la antigua colonia española bajo control marroquí desde 1975. Christopher Ross, enviado especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajó por esas fechas a los cinco países del Grupo de Amigos del Sáhara, pero antes les envió una carta confidencial, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no ha permanecido al margen de la crisis con Marruecos, todo lo contrario, defienden fuentes diplomáticas. De vacaciones en Francia, ha conversado con su homólogo marroquí, Fassi Fihri.
La tranquilidad le ha durado dos semanas. El presidente de la Generalitat, José Montilla, reapareció ayer tras 15 días de vacaciones con otro tema espinoso sobre la mesa. Cuando aún están recientes las heridas abiertas por el fallo del Estatuto, la defensora del pueblo en funciones, Luisa Cava de Llano, ha recurrido al Tribunal Constitucional la Ley de Acogida de Inmigrantes.
El ordenador central de la compañía Spanair en el que se anotaban las averías de los aviones estaba contaminado con programas informáticos maliciosos cuando se produjo, hace hoy dos años, el accidente del vuelo JK 5022. La computadora, situada en la sede de la aerolínea en Palma de Mallorca, emite una señal de alarma en el monitor cuando registra tres problemas técnicos similares en el mismo aparato.
CAROLINA GARCÍA / ADRIÁN SOTO | Madrid / Helsinki
A LA SOMBRA DEL MINISTRO / 4
SUSANA PÉREZ DE PABLOS | Madrid