El Ejército israelí admite errores en el asalto a la flotilla
El informe interno exculpa a soldados y el uso de armas
La comisión investigadora del Ejército israelí concluyó ayer que la cúpula militar cometió "errores" durante la preparación y toma de decisiones del abordaje a la flotilla de activistas que pretendía arribar a Gaza y acabó con nueve muertos el pasado mayo. Los investigadores, sin embargo, no identifican a responsables concretos ni exigen responsabilidades para los que decidieron la mortífera operación. Alaban además la actuación de los soldados y justifican el uso de armas de fuego para aplacar la resistencia de los activistas.
Las conclusiones presentadas ayer corresponden a las pesquisas internas del Ejército, distintas del llamado comité Turkel, de carácter civil, en el que participan observadores extranjeros y que aún no se ha pronunciado. Israel se ha negado desde el primer momento a la puesta en marcha de una comisión internacional como propuso la ONU tras la marea de críticas que suscitó la actuación del Ejército.
"No hubo fallos, ni negligencias en áreas fundamentales", explicó a los periodistas el general en la reserva Giora Eiland, que ha encabezado la investigación. Pero añadió que "se produjeron errores en el proceso de decisión, incluidos en un escalón relativamente superior, que han contribuido a un resultado que no deseábamos". Exculpa entre otros a los soldados que desembarcaron en el Mavi Mármara con cuerdas desde helicópteros, cuya conducta elogió. El documento aprueba también la decisión de abrir fuego contra los activistas. "El informe determina que el uso de armas de fuego estuvo justificado", indica el Ejército en un comunicado emitido ayer. Según los investigadores, hay además evidencias de que los activistas dispararon al menos en cuatro ocasiones.
Los principales errores se cometieron según Eiland a la hora de obtener información y tomar decisiones operativas. La comisión defendió la decisión de abordar el barco desde el aire, ya que considera que la Marina no tenía otra manera de parar la flotilla sin poner en peligro la embarcación y sus tripulantes. Pero en opinión de Eiland, los mandos militares calcularon mal la resistencia que se iban a encontrar en la cubierta del barco, donde los activistas les esperaban armados con porras según las imágenes de vídeo que difundió el propio Ejército. La comisión critica que incluso una vez que los soldados se habían acercado al Mavi Mármara, el gran barco de bandera turca con unos 600 tripulantes a bordo, y se dieron cuenta de que habían errado en sus cálculos, fueron incapaces de reformular sus planes.
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