Un pueblo sin inmigrantes debate prohibir el 'burka'
"Preferimos prevenir antes que curar" - El promotor de la iniciativa pertenece a un partido de discurso xenófobo
La polémica sobre el uso de los velos integrales islámicos (burka, niqab y cualquier otra prenda que tape el rostro de la mujer) está alcanzando niveles extravagantes tras prosperar el veto en tres de las cuatro capitales catalanas (Barcelona, Lleida y Tarragona) y en otros Ayuntamientos. Solo así se explica que en Tarrés, un pequeño pueblo agrícola de Lleida (109 habitantes) que no tiene ningún inmigrante en el padrón municipal, un concejal haya logrado obligar al pleno a debatir una moción para prohibir su uso en instalaciones municipales.
El edil se llama Daniel Rivera y pertenece al Partit per Catalunya (PxCat), una escisión de Plataforma per Catalunya, liderada por Josep Anglada, que se presentará a las elecciones catalanas de noviembre con un discurso xenófobo. La iniciativa será rechazada. El Ayuntamiento lo gestiona en mayoría Treballant per Tarrés (cuatro a uno).
El PSOE presentará un texto alternativo al del PP en el Senado
El propio concejal reconoce que hoy en Tarrés el burka no es un problema. "Pero somos partidarios de prevenir antes que curar", señala. Y reclama al Estado y a la Generalitat que establezcan un marco de regulación común del velo integral en la vía pública.
La presentación de la moción ha provocado un profundo malestar en el Consistorio, presidido por el independiente Ramon Maria Arbós. "No tendremos más remedio que debatirla", dice, "pero quiero advertir que no tiene sentido. Esta es la peor noticia que puede darse de Tarrés y con ella solo se consigue darle publicidad al edil que ha presentado la moción, que lógicamente no prosperará". Arbós se muestra muy crítico con el sistema electoral que permite que personas que no tienen ninguna vinculación con el pueblo, como Rivera, puedan encabezar una lista y obtener un acta de concejal. Rivera solo obtuvo cuatro votos y logró entrar en el Consistorio por la baja de otro concejal.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha terciado con prudencia en la polémica que ahora llega a Tarrés, sorprendió el martes con el anuncio de que la futura Ley de Libertad Religiosa incluirá limitaciones al uso de prendas que cubran el rostro en espacios públicos. Fue el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien habló por primera vez de una regulación nacional. Ayer, la titular de Igualdad, Bibiana Aído, llamaba también la atención sobre su oportunidad tras la sucesión de mociones en Ayuntamientos e incluso en el Senado, que debatirá el asunto en pleno la próxima semana.
El PP tomó la iniciativa en la Cámara alta de una forma que ahora el PSOE considera "populista" y "vergonzosa". La portavoz socialista en el Senado, Carmen Silva, anunció por ello que su grupo presentará un texto alternativo.
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