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La mancha de crudo toca tierra 16 días después en Luisiana

Los efectos futuros del uso de disolventes preocupan a los ecologistas

La limpieza del vertido de petróleo en el Golfo de México, cuyas manchas, según confirmaron las autoridades, llegaron ayer al arrecife de las islas Chandeleur, en la costa de Luisiana, acechando el delta del Misisipi, se ha convertido en un gran experimento. British Petroleum ha inyectado desde la explosión de la plataforma el 20 de abril -que costó la vida a 11 personas- 628.000 litros de un químico disolvente, Corexit, que, según algunos científicos y ecologistas, podría tener graves efectos para el ecosistema de la zona.

Corexit, un diluyente de petróleo de probada eficacia, lleva utilizándose desde hace décadas, pero nunca a una escala semejante. En 1984 se dispersó desde un avión sobre el Pacífico Norte, en las islas Farallon, afectadas por el vertido del carguero Puerto Rican. También se utilizó para diluir el crudo vertido por el Exxon Valdez en Alaska en 1989.

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Richard Charter, científico y asesor del grupo ecologista Defenders of Wildlife, trabajó en el vertido de 1984. "Lo que vimos es que, a la larga, el efecto del diluyente con aquel petróleo creó una espuma muy difícil de limpiar en algunas costas. Por ejemplo, en la arena". Con los años, su fabricante, Nalco, ha cambiado la composición química del producto, que mantiene en secreto.

En el informe que ha presentado Nalco ante las autoridades estadounidenses cita dos "componentes potencialmente peligrosos": el disolvente 2-butoxietanol y el anticongelante propilenglicol. "Los potenciales riesgos para el medio ambiente son moderados", asegura. El Corexit se funde con el petróleo y forma una sustancia mixta que se hunde en el lecho marino, con dos efectos: reduce la marea de petróleo en superficie, evitando que contamine las costas y el delta del Misisipi, y se mantiene en el fondo, donde es fácil que sea arrastrada por las corrientes marinas.

"No afecta a los pájaros y a los mamíferos, pero sí a los peces, que respiran ese agua. Los productos químicos pueden quedar en sus sistemas durante largas temporadas", explica el biólogo marino Rick Steiner, que ayer visitó el lugar del vertido . "La mezcla de disolvente y petróleo puede acabar siendo muy dañina para los peces, creando infertilidad".

La firma fabricante asegura que la mezcla es biodegradable, algo que ponen en duda los ecologistas. "Lo es hasta cierto punto", asegura Paul Orr, coordinador del grupo Lower Mississippi Riverkeeper. "El efecto inmediato es que se divide la marea, se hunde el petróleo y éste queda a merced de las corrientes, dispersándose a otros puntos".

BP ha aplicado 605.000 litros de diluyente sobre la superficie de la mancha y ha inyectado 22.700 sobre la fuga, a 1,5 kilómetros de profundidad. A día de ayer, las autoridades norteamericanas habían ordenado que se dejara de aplicar sobre el lecho marino, según algunos grupos ecologistas porque supone un riesgo mayor para la fauna marina que aplicarlo sobre la superficie. Los pescadores del delta temen que la mezcla de petróleo y químicos diezme su sostén de vida: los crustáceos y moluscos. Mientras, BP comenzaba ayer la colocación de una campana de cemento, de 12 metros de altura, sobre una de las dos fisuras que quedan abiertas.

El vertido de crudo alcanza el arrecife de las islas Chandeleur, frente a la costa de Luisiana.
El vertido de crudo alcanza el arrecife de las islas Chandeleur, frente a la costa de Luisiana.AP
Operaciones para colocar la campana que tapará una de las fugas de crudo en el golfo de México.
Operaciones para colocar la campana que tapará una de las fugas de crudo en el golfo de México.AP

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