Roman Polanski rompe su silencio
El pasado 26 de septiembre, el cineasta francés de origen polaco Roman Polanski fue detenido cuando acudía al festival de cine de Zúrich para recibir un homenaje. Las autoridades suizas hacían efectiva la orden dictada por un tribunal de Estados Unidos por un caso abierto 32 años antes. En 1977 el cineasta sedujo con ayuda de drogas y champán a una joven aspirante a actriz, Samantha Geimer, que entonces tenía 13 años. La niña había posado para él durante una sesión de fotos organizada para la revista Vogue y posteriormente le acusó de violación.
Tras ser arrestado, llegó a un acuerdo con el juez Laurence J. Rittenband para que se desestimaran todas las acusaciones a cambio de que él admitiera haber mantenido relaciones sexuales con la menor. Pasó 42 días en una cárcel de California y al salir, temiendo que el juez no cumpliera su palabra, decidió huir del país la víspera de su sentencia, en 1978. Se instaló en Europa y nunca volvió a pisar Estados Unidos.
Tras la detención en Suiza, los abogados de Polanski lograron que el cineasta pasara en diciembre de 2009 a la situación de arresto domiciliario en su chalé de Gstaad. Desde entonces, con la ayuda de sus asesores, lucha por no ser extraditado. En ello trabajan en el bufete del penalista Lorenz Erni de Zúrich. Los argumentos de la defensa son éstos: el hecho de que un juez considerara cumplida la condena con los días pasados por Polanski en prisión en EE UU, la antigüedad de los hechos juzgados, la avanzada edad del encausado (76 años), la renuncia a la acusación por parte de la víctima (a cambio de unos 350.000 euros) y la promesa de permanecer en su chalé de los Alpes suizos, con entrega del pasaporte incluida, mientras se ventila la extradición. Además, Samantha Geimer ha pedido públicamente que se archive el caso y así se lo ha hecho saber también al tribunal de California. Sin embargo, la justicia de EE UU ha desestimado la petición de Geimer y ha rechazado la del cineasta de ser juzgado en ausencia. El cerco alrededor de Roman Polanski se estrecha cada vez más. El asunto está pendiente de que Suiza decida si el actor debe ser extraditado.
Ésta es la primera vez que el cineasta rompe su silencio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.