Festival de cine en casa

Uno de los últimos placeres que le quedaban a los amantes del cine era sentarse en una sala oscura y dejarse llevar por el encanto del celuloide durante los festivales de cine. Internet también ha cambiado eso. De ahí que este año el neoyorquino festival de Cine de Tribeca, siguiendo los pasos de Sundance, que comenzó a ofrecer cortos online en 2000, haya creado un festival virtual que, en teoría, permite acceder a parte de sus contenidos sin moverse de casa estos días. En concreto a ocho largometrajes, a 18 cortos, a mesas redondas en directo y a fiestas y alfombras rojas con famosos desfilando.

Los organizadores lo han querido promover como una puerta hacia la participación global por el módico precio de 34 euros, pero todavía es necesario perfeccionar la tecnología. "Invité a diez amigos a casa a ver un estreno en directo y fue imposible. La transmisión se cortaba. Luego sí he podido ver otras películas que no se proyectaban a la vez en una sala, pero lo interesante era sentir que estabas en el estreno y poder luego ver al cineasta comentándolo, como ocurre en el mundo real de un festival", según Alex McCarthy, un neoyorquino que quiso abrazar este experimento sobre el que aún no hay cifras de participación y que -en la ambigüedad propia de las declaraciones oficiales- los responsables del festival califican como una iniciativa con una "sólida respuesta".

Manohla Dargis: "La idea de globalizar un festival de cine es absurda"

Cienfuegos: "Deben vivirse en la ciudad, son revitalizadores culturales"

Sundance lanzó el experimento en su última edición emitiendo vía YouTube cinco de sus películas por el precio de tres euros cada una; apenas se vendieron 2.000 entradas y los usuarios se quejaron de la mala calidad de la emisión. Lo que sí ha funcionado tanto en Sundance como en el South by Southwest o en Tribeca es la emisión de algunas de sus películas en vídeo on demand en televisión. La iniciativa ha levantado suspicacias en la industria. Tribeca anunció este año la creación de Tribeca Film, su flamante plataforma de distribución y son las películas adquiridas por esta empresa las que se están emitiendo estos días en la televisión por cable estadounidense. Sundance está unido al IFC, una red de cines nacional con su propio canal de televisión. "Lo pueden vender como una puerta hacia el futuro, aunque la realidad es que son festivales tratando de hacer negocio con las películas que presentan y eso va contra la misma naturaleza de un certamen, que es descubrir nuevas películas y cineastas y dejar que la industria decida" asegura Manohla Dargis, crítico de cine de The New York Times. Dargis no comulga con la idea de festivales online. "La idea de globalizar un festival de cine es absurda. Es una experiencia única con una conexión directa a lugares concretos que va mucho más allá de la simple proyección de películas". Para Richard Lorber, presidente de la distribuidora Kino Films, llegar a más público vía Internet no es incompatible con la sensación de festival y nunca lo uno reemplazará a lo otro. Para Carlos Gutiérrez, presidente de Cinema Tropical, una organización dedicada a la promoción y programación en Estados Unidos de cine latinoamericano, "los festivales online pueden funcionar para los Batman o los Spiderman de turno pero no para el cine independiente. Para el cineasta pequeño es fundamental el encuentro con la gente, construir relaciones".

En España, todavía no existe ninguna iniciativa que incorpore largometrajes en concursos online. Ni siquiera se ve esa posibilidad a medio plazo. José Luis Cienfuegos, director del certamen de Gijón, uno de los más transgresores y siempre a la última en tendencias, coincide mucho con las palabras de Dargis: "Los festivales deben vivirse en su ciudad, están pensados como revitalizadores culturales". Sólo algún grande podría permitirse el lujo de convocar a su público más allá de las salas. Desde el ministerio, el director del ICAA (Instituto de las Ciencias y las Artes Audiovisuales), Ignasi Guardans, tampoco lo ve claro: "Ahora mismo estamos en el fomento de la distribución online legal. En el futuro de ahí puede que salgan los certámenes, pero no es una prioridad. Otra cosa es el mundo del corto, donde hay buenos ejemplos". Ahí está Notodofilmfest, ocho ediciones de un certamen online de cortos que ha crecido en participantes y en prestigio. El mejor ejemplo de que funciona es que el director Daniel Sánchez Arévalo (quien la semana que viene empezará a dirigir su tercer largo, Primos) lo ganó en dos ocasiones. En total, en Notodofilmfest han participado más de 6.000 cortos y ha tenido nueve millones de visitas.