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Conmoción en Polonia

La tragedia aérea acerca a Polonia y Rusia

Varsovia agradece los gestos de Moscú para honrar la muerte del presidente

Cristina Galindo

La tragedia aérea que ha acabado con la vida del presidente polaco, Lech Kaczynski, y decenas de cargos políticos y militares del país centroeuropeo, ha abierto la puerta a un acercamiento entre dos viejos enemigos, Polonia y Rusia, cuyas relaciones han sido históricamente muy tensas. La gestión de Moscú del accidente, ocurrido en Smolensk (oeste de Rusia), con la implicación personal del primer ministro Vladímir Putin, ha causado admiración y sorpresa en Varsovia. En las dos capitales se vivió ayer un emotivo día de luto por las 96 víctimas del siniestro, mientras la fiscalía polaca aseguraba que no tiene información de que Kaczynski hubiera presionado al piloto para aterrizar pese a la densa niebla. El sábado se ha fijado como el día probable para el funeral de Estado.

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"No esperábamos este tratamiento tan amable por parte de Putin y, evidentemente, tendrá un efecto positivo en las relaciones de los dos países", dijo ayer Witold Waszczykowski, de la Oficina Nacional de Seguridad. El deshielo empezó a notarse antes del accidente. La semana pasada el primer ministro ruso y su homólogo polaco, Donald Tusk, celebraron un acto sin precedentes en el bosque de Katyn, a pocos kilómetros del lugar del accidente del sábado, para recordar a los 22.000 soldados polacos asesinados durante 1940 por la policía secreta de Stalin, una matanza que la ex URSS siempre negó. Kaczynski se dirigía a Smolensk para recordar aquella tragedia. Pero la ceremonia protagonizada por Putin el domingo, que acompañó los restos del presidente hasta el avión que lo trajo a Varsovia, fue aún más sorprendente.

No han sido los únicos gestos de aproximación. En una decisión insólita tras un incidente relacionado con extranjeros, ayer fue declarado día de luto oficial en Rusia, la televisión rusa emitió en horario de máxima audiencia la película Katyn, de Andrzej Wajda, y el presidente Dmitri Medvédev fue de los primeros en confirmar su asistencia al funeral. "Las autoridades rusas han tenido una actitud positiva y solidaria", afirma el ex ministro de Exteriores polaco Wladyslaw Bartoszewski. "El cambio de actitud de Rusia se debe a intereses políticos", explica Krzysztof Pankowski, experto del CBOS, un instituto demoscópico. "La mala relación con Polonia ha perjudicado la imagen de Rusia en la UE y eso perjudica los intereses del Kremlin", añade.

Las relaciones entre ambos países pasaron uno de sus peores momentos durante el mandato de George W. Bush como presidente de EE UU, cuyos planes de desplegar un sistema antimisiles en territorio polaco y checo causaron la furia de Moscú. En la actualidad, el objetivo del monopolio ruso del gas, Gazprom, de desplegar un gasoducto que llegue directamente desde Rusia, a través de las aguas del Báltico, hasta Alemania ha agitado viejos temores en Polonia, que teme por su seguridad energética.

Uno de los políticos que más luchó contra la influencia de Rusia -y que, con ello, logró que las relaciones fueran a peor- fue Lech Kaczynski. Su cuerpo yace en el palacio presidencial, donde los ciudadanos continuaban ayer poniendo velas y flores por tercer día consecutivo. Los restos de su esposa, María Kaczynska, han sido identificados y serán trasladados a Polonia hoy. Está previsto que la ceremonia para despedir al matrimonio sea el sábado en la capital.

En Rusia, los investigadores ya han encontrado los restos de 87 personas, pero pasarán días antes de que todos ellos puedan ser identificados, la mayoría gracias al ADN. Sobre las causas del accidente, sólo se sabe que el piloto del Tupolev intentó aterrizar varias veces antes del impacto y que, según las autoridades rusas, no hizo caso de las instrucciones de la torre de control para que no tomara tierra por la densa niebla.

El fiscal general de Polonia, Andrzej Seremet, aseguró ayer que no hay indicios de que el piloto sufriera presiones para aterrizar, como algunos medios han sugerido. En 2008, durante la guerra de Georgia, Kaczynski exigió al piloto que aterrizara en Tbilisi, pero éste se negó por el peligro de que el aparato fuera derribado y tomó tierra en Azerbaiyán.

La pregunta que se hacen muchos ciudadanos es cómo la cúpula militar viajaba en el mismo avión, junto al jefe del Estado y el gobernador del Banco Central, entre otros cargos. Polonia nunca ha establecido reglas de precaución para los desplazamientos oficiales. El presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, anunció ayer que se revisarán las normas para los viajes militares. El Ejército polaco ya sufrió una tragedia hace dos años, cuando un avión se estrelló con 20 militares, entre ellos altos responsables del Ejército del Aire.

Trabajadores del astillero de Gdansk portan rosas en homenaje al presidente polaco, Lech Kaczynski.
Trabajadores del astillero de Gdansk portan rosas en homenaje al presidente polaco, Lech Kaczynski.
Un ramo de flores ocupa la silla presidencial en el parlamento de Warsaw.
Un ramo de flores ocupa la silla presidencial en el parlamento de Warsaw.REUTERS

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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