Egipto busca fórmulas para recuperar los tesoros robados
¿Se imaginan el Guernica de Picasso viviendo todavía en el MOMA de Nueva York? ¿Y Las Meninas de Velázquez con alojamiento permanente en la National Art Gallery londinense? Y si, para más inri, se diera el caso de que nadie hubiera cedido, vendido o regalado esas obras a dichos museos, sino que hubieran salido ilegítimamente de España, ¿querría que regresaran a las paredes de los museos patrios? Pues esa es la cuestión. No el deseo particular, del retorno de dichas obras, sino la legitimidad o no de dicha posesión por el exhibidor o la de la reclamación por parte del país supuestamente expoliado. Para arrojar luz sobre este asunto se han reunido en El Cairo durante dos días funcionarios y viceministros de cultura de 25 países. Los asistentes han debatido cómo pueden recuperar sus tesoros y han buscado medidas que impidan el expolio.
"Haremos la vida imposible a los museos que no atiendan nuestras peticiones". Así de contundente se mostró el secretario del Consejo Superior de Antigüedades egipcio (CSA), Zahi Hawass, durante las conclusiones. El egiptólogo dijo ser optimista con los logros obtenidos y destacó la creación de un "frente común".
Egipto, un gran damnificado por el expolio de antigüedades, ha sido el anfitrión de la Conferencia sobre Cooperación para la protección y repatriación de la herencia cultural, con Zahi Hawass a la cabeza. Con las destacadas ausencias de Francia, Alemania y Gran Bretaña, que no fueron invitados, según explicó el egiptólogo, "porque no era el momento". Hace unos meses, Egipto amenazó con vetar las excavaciones si no se devolvían cinco fragmentos de pinturas murales exhibidos en el Louvre que finalmente regresaron en diciembre pasado. Hawass reclama también la devolución de la piedra Rosetta al museo Británico, así como un busto de la reina Nefertiti a Berlín.
"Los museos son el principal destino de los objetos robados", explicó el arqueólogo egipcio. "Si dejasen de comprar estos objetos, habría menos robos", afirmó Hawass. Los asistentes manifestaron su intención de presentar a la Unesco una serie de propuestas y recomendaciones para "enmendar la Convención sobre la restitución de antigüedades a sus países de origen". Y coincidieron en que esa Convención, de 1970, está obsoleta.
Durante la conferencia también se suscitó el debate sobre las redes de tráfico de antigüedades, "similares a las de droga o armas", señaló Elena Korka, representante de Grecia. Para James McAndrew, agente especial del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos "la parte difícil del asunto es que el tráfico de antigüedades es como jugar al ratón y al gato". Las inspecciones rutinarias en la aduana suelen dar con piezas que han sido sustraídas. Así fue como se descubrió un sarcófago faraónico recientemente devuelto a Egipto que se exhibe ya en el Museo de Antigüedades junto a otras once piezas que han sido devueltas en los últimos tiempos.
Los conferenciantes han elaborado una lista con las piezas que desean recuperar entre las que hay obras precolombinas o restos del Partenón. ¿Pero hasta dónde llegar en la reclamación? Para Liliana Cino, representante de Perú, está claro que "lo emblemático de la obra para el país es importante pero, lo es más que las obras nunca dejan de pertenecer al país donde se crearon".
Babelia
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