La Casa Gran del catalanismo que Artur Mas lleva dos años impulsando presenta síntomas de fatiga estructural. La fábrica de ideas convergente en la que los nacionalistas pusieron todas sus esperanzas para alcanzar de nuevo el Gobierno de la Generalitat no está logrando, por ahora, sumar sectores tan amplios del catalanismo como se había propuesto en su fundación.
Tras cuatro años de espera, los afectados por la explosión de gas en la Rambla del Fondo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès) pueden estrenar su nueva casa. La Torre Sònia, bautizada así en homenaje a la vecina fallecida en el accidente, está terminada y se levanta en el solar en el que quedaron tres bloques maltrechos tras el siniestro.
MANEL SERRAS | Barcelona
El 75% de los presos practican alguna disciplina deportiva como terapia y para reforzar su autoestima - En fútbol sala hay equipos federados