Dos años para un paso atrás
El pacto de Copenhague no define reducciones de CO2 como se pedía en 2007
Han transcurrido 17 años de negociaciones climáticas desde la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, pero la concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático no para de aumentar. El plan de Bali 2007 daba dos años para llegar en Copenhague a un acuerdo para ampliar el único tratado internacional que existe para frenar este fenómeno: el Protocolo de Kioto.
- ¿Qué es Kioto? El Protocolo de Kioto vio la luz en la ciudad japonesa que le da nombre en 1997. Su objetivo es reducir las emisiones globales de seis gases que causan el cambio climático, el CO2 entre ellos, en al menos un 5% con respecto a las de 1990 en el periodo 2008-2012. Hicieron falta cuatro años de intensas negociaciones para cerrar el texto legal que define las reglas de juego de este tratado internacional y hubo que esperar todavía a 2004 para contar con las ratificaciones suficientes para que entrara en vigor. Esto es, faltaba la de Estados Unidos, por entonces el mayor emisor de CO2 del mundo (ahora superado por China). El entonces presidente estadounidense George Bush se desentendió del tratado, y si salió adelante fue por el empeño de la UE. Era sólo un primer paso, pero ya se había convertido en un símbolo ambiental.
- ¿A qué países obliga a recortar emisiones? Este tratado internacional sólo ha obligado a reducir emisiones a los países industrializados, que son los que han causado el problema. Quedaban fuera Estados emergentes como China, India o Brasil. Cada país tiene un compromiso de reducción y la UE (entonces, de los Quince) repartió entre los diferentes miembros el esfuerzo para recortar de forma conjunta un 8% los gases. España acordó no aumentar sus emisiones más de un 15% con respecto a 1990. Sin embargo, según las últimas estimaciones, y tras la bajada del consumo por la crisis económica, ahora estará en torno al 34%, un porcentaje muy superior, que obliga al país a comprar derechos de emisión para poder cumplir. Paradójicamente, no han existido obligaciones de recortes para ninguno de los dos principales emisores de CO2 del mundo: China y EE UU, que juntos generan el 40% de las emisiones globales.
- ¿Cómo han evolucionado las emisiones? Lejos de disminuir, entre 2000 y 2008 la concentración de CO2 en la atmósfera ha seguido aumentando a un ritmo de 1,9 partes por millón (ppm) adicionales de media, según Global Carbon Project. El último informe de esta organización estima que en 2008 la concentración de CO2 había llegado ya a 385 ppm, un 38% más que al comienzo de la revolución industrial (280 ppm, en 1780). Ahora bien, Europa sí ha bajado sus emisiones, y más incluso que su objetivo conjunto del 8% marcado en Kioto. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, se espera que la UE alcance entre 2008 y 2012 una reducción total del 13%. Cinco países (Alemania, Francia, Grecia, Reino Unido y Suecia) ya han logrado bajar sus emisiones por encima de los objetivos y hay sólo un país del que se piensa que va a incumplir su reto: Austria.
- ¿Qué pasa ahora con Kioto? El primer periodo de compromiso del Protocolo termina en 2012. Copenhague buscaba un acuerdo que le diera continuidad. Además, en una línea de negociación paralela, se intentaba que también asuman compromisos de reducción los países con emisiones importantes que hasta ahora estaban fuera del Protocolo, como EE UU o China, para lograr una rebaja significativa, por debajo de los niveles considerados seguros para impedir catástrofes por el calentamiento terrestre. Desde la Cumbre de Bali de 2007 se habla de estabilizar la concentración de CO2 en la atmósfera en 450 ppm, lo que se estima que da un 50% de probabilidades de que la temperatura media del planeta no suba más de dos grados respecto al nivel preindustrial.
- ¿Por qué tanta prisa en Copenhague? Hace dos años, en Bali, se acordó el llamado Plan de Acción de Bali, que otorgaba dos años para aprobar un nuevo plan global con el que recortar las emisiones, asentado en cuatro pilares: mitigación (recorte de emisiones), adaptación (cómo afrontar los efectos ambientales que ya no pueden detenerse), tecnología y financiación. Ese plazo expiraba aquí en Copenhague. En el caso de los recortes de emisiones, en Bali también se propuso seguir las recomendaciones científicas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de forma que los países industrializados recortaran sus emisiones entre un 25% y un 40% en 2020 con respecto a 1990, esto no aparece en el pacto anunciado anoche. Todo esto es lo que tendría que haberse cerrado en Copenhague y se deja para los próximos meses. Todo debe estar en vigor en 2013.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Copenhague
- Protocolo Kioto
- Efecto invernadero
- Cmnucc
- Cumbre Copenhague 2009
- Conferencias internacionales
- Dinamarca
- Cambio climático
- Contaminación atmosférica
- Cumbre del clima
- Acuerdos ambientales
- Escandinavia
- Acuerdos internacionales
- Cumbres internacionales
- ONU
- Organizaciones internacionales
- Relaciones internacionales
- Contaminación
- Protección ambiental
- Europa
- Problemas ambientales
- Relaciones exteriores
- Medio ambiente