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Catalunya, Tarragona y Manresa reducen el recorte previsto de oficinas y empleo

Penedès y Laietana se declaran "muy compatibles" y oficializan su noviazgo

No hay fumata blanca, pero el acuerdo laboral en la mayor fusión de cajas catalanas (Catalunya, Manresa y Tarragona) está desde ayer mucho más cerca, después de que las tres redujeran el alcance de la dura reestructuración planteada en un primer momento. Las entidades explicaron que "de forma inmediata" no se cerrarán 500 oficinas, sino 395. Un grupo de sucursales más nuevas y aún en pérdidas tendrán dos años para ganar dinero y eludir el cierre. Esta medida y la mejora en las condiciones de las prejubilaciones y las bajas incentivadas hacen que la estimación de los empleados que puedan optar a una salida de su caja baje de 1.800 a 1.300 personas. Las cajas hablaron de "principio de acuerdo", lo que fue rechazado de plano por los sindicatos.

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"Hemos acercado mucho las posiciones iniciales, pero no hay nada cerrado ni firmado", apuntaron fuentes de CC OO, sindicato mayoritario en el sector. UGT difundió un comunicado "desmintiendo" un preacuerdo y especificaron tres flecos: pidieron más información sobre la fusión, que se equiparen al alza las condiciones de las tres plantillas y que se cree una comisión de seguimiento del traslado de trabajadores. Las cajas subrayaron que sólo se irán quienes voluntariamente quieran. Hoy habrá otra reunión.

Sellar un pacto sería un empujón clave en el proceso, calificado ayer por el consejero de Economía, Antoni Castells, de "razonable y satisfactorio".

El nuevo mapa de cajas catalán pasará de 10 a cuatro actores. Y es que anoche los consejos de administración de Caixa Penedès y de Caixa Laietana fueron informados de los contactos desplegados por Ricard Pagès y Josep Ibern, sus respectivos directores generales. El noviazgo, desarrollado mientras Laietana seguía diciendo que su deseo era seguir sola, ya es oficial. La gracia de la operación, abierta a otros socios en el futuro, se basó en que ambas cajas son "muy compatibles". Fuentes oficiales hablaron de un sobrante del 15% de oficinas y de empleos (141 y casi 600, respectivamente). Los solapamientos no son excesivos, ya que cada caja es muy fuerte en su zona, el Penedès y el Maresme. La plataforma tecnológica (compartida), los modelos de negocio, la base de clientes y la complementariedad de redes son "un punto de partida excelente", subrayaron ambas. La entidad, con más de 32.000 millones de activos y 1,5 millones de clientes, rozará 950 oficinas y sumará 4.000 empleados. La propiedad de todas las filiales está en manos de las propias cajas y eso facilitará su integración.

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