Darle la vuelta al mundo
Que sí, que Miguel ya sabe que la cosa está complicada, que el Banco de España acredita que este país sigue en una recesión profunda, con un decrecimiento del 4,1% del PIB en tasa interanual en el tercer trimestre del año, que el número de parados ronda los cuatro millones de afectados... Pero con 18 años recién cumplidos, tampoco querremos que tire la toalla. "Es más, me he matriculado en Ciencias Políticas porque me gustaría cambiar muchas cosas. Me gusta mucho la política. No sé si quiero ser político. Pero sí quiero cambiar lo que no me gusta. De hecho, creo que he nacido para hacer algo más que tener una casa, una familia, morirme y dejar mi herencia".
Así es Miguel Ardanuy. Madrileño, del barrio de Pacífico. Hijo de padres separados, ambos odontólogos, que han sufragado los 335 euros de matrícula en la Universidad Complutense para el año académico. "Somos familia numerosa y ha costado la mitad. Me gustaría encontrar algún trabajo para compatibilizarlo con los estudios. He hecho un curso de monitor de campamento para aprender, ayudar a los niños y sacar unas pelas". Miguel también es hermano de Ana y Alicia, de 22 y 24 años. Soltero. Asiduo de redes sociales internautas como Tuenti. Viajero. Despierto. Seguidor del Rayo Vallecano. Y apasionado de la política. Sí, la política... "A ver, no me identifico con ningún partido. Ninguno representa totalmente mis ideas. Tampoco me gusta cómo se ejerce la política en España. Creo que lo único que se ansía aquí es poder, pero para conseguir más cosas, más poder. Sólo hay rivalidad, enfrentamiento. Y esa pérdida de valores se identifica también en la sociedad. Creo que se ha olvidado algo tan importante como reconocer los errores propios o festejar los aciertos de los demás. Pero que no me guste cómo se ejerce no quiere decir que no me guste la política. Todo lo contrario. Creo que es la mejor manera de cambiar las cosas".
Artículo 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño
Todos los niños y niñas tienen derecho a beneficiarse de un nivel de vida adecuado para
su desarrollo, y es responsabilidad primordial de padres y madres proporcionárselo.
Y sí, Miguel también practica de vez en cuando el botellón con sus amigos. Y lo defiende. "Es una buena manera de conocer gente, sólo hay que ser prudente, como con todo en la vida. A los jóvenes de mi edad me gustaría decirles que tengan inquietudes. Y que sepamos priorizar los verdaderos problemas de esta vida. Lo bonito de la vida es que tiene un límite. Más nos vale intentar ser felices".
Pobreza en países desarrollados
En la UE, un 16% de los niños viven en familias con un nivel de ingresos considerado como de "riesgo de pobreza" (o pobreza relativa según el entorno). España. Ese porcentaje se eleva en España al 24%, según datos de Unicef. Esa cifra sitúa a nuestro país entre los países con la tasa más elevada, junto a Italia y Portugal, y sólo detrás de Rumania, Lituania y Polonia en la Europa de los Veintisiete.
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