El talismán protector
Cuando su madre le regaló aquel collar, Suat supo que jamás dejaría de llevarlo colgado del cuello. "Con este talismán estarás protegido", dijo Gurbet Demirkol al más pequeño de sus cinco hijos. Suat tiene hoy ocho años. Y sabe que, desde que su padre les abandonó, puede que un día sea él quien deba proteger a su madre, enferma de cáncer de estómago obligada a guardar reposo.
Por ahora son los vecinos de un humilde barrio en Diyarbakir, la capital del Kurdistán turco, donde Gurbet vive con sus hijos, quienes se preocupan de que a los Demirkol no les falte de nada. Hay días en que son tantos los que se reúnen para echar una mano en la pequeña vivienda familiar que a los pequeños Suat y Mehmet no les queda espacio para estudiar. Pero gracias a todos ellos, la vida sigue a orillas del Tigris. Suat y Mehmet van al colegio cada mañana. Ali, Ahmet y Hassan, sus tres hermanos mayores, intentan conseguir trabajo para traer algo de dinero a casa. Tienen un padre desertor que no les ayuda económicamente.
Artículo 18 de la Convención sobre los Derechos del Niño
Es responsabilidad primordial de padres y madres la crianza de los niños y niñas, y es deber del Estado brindar la asistencia necesaria
en el desempeño de sus funciones.
Me gustaría que nadie obligase a trabajar a los niños y niñas que prefieren estudiar", sueña Mehmet, de 12 años. Lamentablemente, el trabajo infantil es todavía una realidad en su país, eterno aspirante a pertenecer a la Unión Europea. Su hermano Suat todavía no sabe nada de todo esto. Juega con la pelota y un trenecito en compañía de Ibrahim, su mejor amigo del cole. Y cada vez que algo le asusta, se aferra al talismán que un día decidió llevar para siempre colgado del cuello.
Población rural
Según Naciones Unidas, este año el número de gente que vive en las ciudades ya es mayor que el de la que vive en áreas rurales en el mundo. Turquía. Los habitantes de zonas rurales turcas se encuentran a la zaga respecto a los de zonas urbanas en casi todos los índices sociales y económicos. Cientos de miles de niñas permanecen sin escolarizar. La edad mínima legal de matrimonio para las niñas ha aumentado de 15 a 17 años.
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