La Comisión Europea reconocía hace unos meses que el Gobierno español ha sido el que ha puesto más carne en el asador para contener la crisis. Pero ha habido que esperar al verano para comprobar todo el potencial de las iniciativas aprobadas, que suman el 2,3% del PIB (más de 20.000 millones de euros).
Dato negativo, pero tendencia positiva: las estadísticas dan fe de que la resaca que arrastra la economía española tras el batacazo de los últimos trimestres empieza a remitir. España firmará en octubre el octavo mes consecutivo de caída de precios, con un retroceso del 0,6%.
Estados Unidos dijo ayer adiós oficiosamente a la Gran Recesión, tras un año de contracción profunda que hizo temer incluso por una depresión de la economía. La actividad económica se expandió en el tercer trimestre un 0,9% (lo que equivale a una tasa anualizada del 3,5%), el mayor avance en dos años y con un vigor que no se vio tras la salida de otras crisis.
La oleada de suicidios en France Télécom, que se ha cobrado la vida de 25 personas desde principios del año pasado, ha obligado a la empresa a negociar con los sindicatos las condiciones de trabajo para reducir el nivel de estrés de sus empleados. Entre estas medidas, la compañía señaló ayer que ha ofrecido a los trabajadores lo que denominó "un nuevo contrato social".