Una cesárea salva al bebé de una embarazada tiroteada por su pareja
La policía detuvo al presunto agresor, de 20 años, poco después del crimen
Nadia, una joven de 22 años embarazada de nueve meses, murió ayer en el barrio de la Guineueta de un disparo en la cabeza efectuado, presuntamente, por su pareja. El hombre, Daniel D. T., de 20 años, a punto estuvo también de acabar con la vida del bebé. Pero la rápida intervención de los médicos, que practicaron una cesárea de emergencia al cadáver de la chica, permitió que la pequeña tuviera una oportunidad. La niña permanece ingresada en la UCI del hospital Vall d'Hebron. Su estado es grave. Los Mossos d'Esquadra lograron detener al supuesto agresor pocos minutos después de que cometiera el crimen.
El suceso ocurrió pasadas las 2.30 horas en un bloque de edificios del popular barrio barcelonés. La pareja -ambos de nacionalidad española- vivía en el piso de la madre de él desde hacía unos años. Por motivos que se están investigando, Daniel sacó una pistola y la usó contra Nadia. El cadáver de la mujer fue encontrado entre el ascensor y el pasillo de entrada al domicilio. La policía investiga si el disparo se realizó en ese lugar o si la mujer, malherida, intentó huir.
La pareja estaba a solas en el piso, por lo que no hay testigos de los hechos, según la policía autonómica. Los vecinos del bloque no oyeron ningún disparo. Se sospecha que el agresor pudo haber utilizado algún elemento silenciador. Javier Castillón, vecino del bloque, llegó a casa a las cuatro de la mañana y vio el cadáver y el dispositivo policial. "Me escoltaron hasta casa y me hicieron preguntas sobre ellos dos. Pero la verdad es que sólo les conocía de saludarlos".Poco después de recibir una llamada de alerta, los Mossos se presentaron en el bloque de pisos. Allí encontraron a Daniel y le arrestaron sin mayores problemas. El joven decidió no escapar de la escena del crimen, o bien no tuvo tiempo de hacerlo, explicaron fuentes policiales.
Los equipos del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) encontraron a la chica inconsciente y con fuertes lesiones por el disparo en la cabeza. Intentaron reanimarla, pero Nadia había perdido mucha sangre y seguía sin reaccionar ni respirar. "Sus lesiones eran incompatibles con la vida", señalaron fuentes del SEM.
Los médicos, pues, se centraron en salvar lo que aún era posible salvar: la vida del bebé. A causa del avanzado estado de gestación de la joven -estaba embarazada de nueve meses- decidieron realizar de inmediato una cesárea post mórtem. Lo hicieron allí mismo, en el pasillo de la escalera.
El SEM activó, además, una unidad de apoyo avanzado pediátrico que se desplazó hasta la Guineueta junto con dos equipos de especialistas. Las maniobras médicas permitieron que la pequeña superara el paro cardiorrespiratorio inicial y que su corazón empezara a latir. Cuando lograron estabilizarla, la trasladaron al hospital de la Vall d'Hebron.
Fuentes del centro médico informaron anoche de que el bebé continúa con vida, aunque su estado es grave. Está ingresado en la UCI de neonatos. Según las mismas fuentes, padece una hipoxia cerebral: la madre se quedó sin oxígeno y, por tanto, el bebé también dejó de respirar. El centro tiene previsto informar hoy sobre el estado de salud de la pequeña y si ésta sufre lesiones cerebrales.
Daniel D. T. está acusado de los presuntos delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas, ya que carece de permiso para poseer la pistola con la que presuntamente cometió el crimen. Anoche permaneció en la comisaría central de los Mossos en Barcelona, la de Les Corts, y en las próximas horas pasará a disposición judicial.
El joven acumula diversos antecedentes policiales por delitos de poca monta, pero no por malos tratos. La policía autonómica está acabando de recopilar los datos, aunque por ahora descarta la existencia de una denuncia previa por parte de la mujer o de una orden de alejamiento. Con la nueva víctima por violencia de género de ayer, son ya 35 las mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas o ex parejas en España en lo que va de año.
A la espera de que la madre de Daniel ofrezca su testimonio sobre la relación de su hijo y Nadia, los vecinos explicaron que no existía nada extraño en su relación. Ambos vivían en la décima planta del bloque situado en el número 16 de la calle de Lorena. Los vecinos aseguraron que apenas conocían a la pareja -sólo el clásico saludo en la escalera- e insistieron en que jamás les habían oído discutir. A pesar de que vive en el piso de abajo, José Luis De Francisco Rodríguez ni siquiera oyó el tiro mortal.
La portera de la finca, Ana María Bea, recibió ayer por la mañana una llamada curiosa: eran los Mossos d'Esquadra. Le explicaron los hechos con detenimiento para que no se asustara y le pidieron que acudiera a la finca. "Me llamaron para que fuera a limpiar la sangre. Vi todo el ascensor y el piso lleno de sangre. Fue horrible", detalló.
Esta información ha sido elaborada por Jesús García, Arturo Sánchez y Carlos Velásquez.
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