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Los pozos envenenados de Bangladesh

Elevadas concentraciones de arsénico en el agua de los pozos de Bangladesh han envenenado a diez millones de personas. El plan de Unicef arrancó en 1970 cargado de buenas intensiones: perforar miles de pozos para evitar las muertes por diarrea de los niños que bebían en charcas y ríos. No midieron la dosis del tóxico. Y ahora se enfrentan a una catástrofe sanitaria.

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