ETA recrudece su ofensiva criminal y asesina a dos guardias civiles en Mallorca
Los dos ataques sucesivos muestran la capacidad de la banda pese a las caídas del 'aparato militar' - Los agentes murieron al explotar una bomba bajo su coche
ETA buscaba la muerte con motivo de sus 50 años de existencia criminal, que se cumplen hoy. Los casi 300 kilos de amonitol de la furgoneta bomba que explotó el miércoles frente a la casa cuartel de Burgos no fueron suficientes para cumplir su objetivo. Milagrosamente no hubo víctimas.
Ayer llegó el segundo capítulo de la ofensiva planeada por ETA desde hace meses, pese a las cuatro caídas de sus principales jefes militares desde noviembre de 2008. La potente bomba lapa colocada en los bajos de un todoterreno del instituto armado en Calvià, en pleno corazón turístico de Mallorca, produjo finalmente el efecto deseado por los terroristas: dos guardias civiles, de 28 y 27 años, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaún, resultaron destrozados en un atentado terrorista que se produce a dos días de la llegada de los Reyes a la isla.
Los terroristas colocaron otra bomba en un segundo vehículo
Cientos de turistas quedaron recluidos en hoteles y casas por el cordón policial
Ambos guardias iban de paisano, trabajaban en labores de mantenimiento y estaban de servicio en el momento de la explosión, según fuentes oficiales. El vehículo de la Guardia Civil, que quedó reventado, estaba aparcado desde las diez de la mañana en un lugar cercano al cuartel.
"Fue un estruendo tremendo y muy seco, al que siguió segundos después una columna de humo". Así relataba el bombazo el director del Hotel Cas Saboner, situado a unos 100 metros de distancia del cuartel nuevo de la Guardia Civil de Palmanova.
El director se dirigió hasta la zona del atentado y lo que vio se le quedará en la retina de por vida: un cuerpo en el exterior del vehículo e, inmediatamente, otros agentes que empezaban a salir de las dependencias del cuartel para despejar la calle de personas ante el peligro de la situación, y apagar las llamas con un extintor. Alejandra, que trabaja en una farmacia cercana, señaló que la Guardia Civil y la policía impedían que los curiosos se asomaran a los balcones. "La explosión ha sido bestial y ha hecho eco en la playa", relató.
La detonación se pudo escuchar a varios kilómetros de distancia del lugar del atentado, Palmanova, una zona turística de Calvià donde hay 30.000 camas hoteleras y cuatro playas distintas a medio kilómetro. Calvià, con 58.000 habitantes, tiene en total 150.000 plazas hoteleras. Tras el atentado, cientos de personas permanecieron recluidas en hoteles y viviendas por el cordón policial. "Ha sido superfuerte, hemos oído un estruendo muy grande. Desde casa se veía humo. Estábamos muy nerviosos porque nunca había pasado algo así en Mallorca", asegura Laura, vecina de la zona. Es el primer muerto por atentado terrorista que sufre la isla.
El guardia Carlos Sáenz de Tejada tenía 28 años y era natural de Burgos, mientras que su compañero, Diego Salvá Lezaún, de 27 años y nacido en Pamplona, estaba aún en prácticas y hacía menos de un año que vivía en Mallorca, de donde era su familia. Diez minutos antes de las dos de la tarde, ambos volvieron a su vehículo. Fuentes oficiales aseguraron anoche que en ese momento estalló la bomba lapa. En un primer momento se especuló con que el artefacto fuera una mochila bomba, activada por control remoto.
Fuentes policiales destacaron que los etarras "arriesgaron mucho" a la hora de realizar el atentado de esa manera y a plena luz del día. Con el riesgo añadido de ser detectados mientras esperaban a que los guardias se montaran en el todoterreno para asesinarles. Los guardias habían circulado en su coche durante la mañana, a las diez pararon en el cuartel y, al reemprender el camino, a las dos menos diez, explosionó el artefacto. "Posiblemente en el intervalo de la parada fue colocada la bomba, que fue activada a distancia", aventuró el delegado de Gobierno en Baleares, Ramón Socías.
"El coche acojona, sólo ha quedado la parte de abajo", explicaba Alejandra poco después del estallido. Pero los etarras desplazados hasta Mallorca para continuar la ofensiva de ETA habían colocado otra bomba lapa en un todoterreno del instituto armado aparcado junto al cuartel viejo de Palmanova y que no se había movido en todo el día. Ante la dificultad de desactivarla, se optó por explosionarla.
El efecto multiplicador de los dos atentados terroristas de ETA, ejecutados en poco más de 24 horas, fue contrarrestado con la unidad sin fisuras de todas la fuerzas políticas y la condena sin paliativos de los Gobiernos central y vasco. El lehendakari, Patxi López, suspendió ayer sus vacaciones y tiene previsto acudir a los funerales en Mallorca hoy, junto a su consejero de Interior, Rodolfo Ares, y el resto de autoridades. En su blog, López colgó una advertencia clara para los terroristas: "Que se preparen ahora para el más frío invierno de sus vidas". En ese mismo tono, todos los partidos democráticos, organizaciones sindicales, la patronal, grupos cívicos, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o representantes de la Iglesia católica condenaron la "barbarie" de ETA. El Congreso de los Diputados, en una reunión extraordinaria, rechazó de manera unánime la ofensiva etarra y reafirmó su empeño en "derrotar" a la banda terrorista "con coraje, determinación y fortaleza democrática".
Ajena a la realidad, como ETA, la izquierda abertzale reiteró su discurso prefabricado para cuando la banda tiñe las calles de sangre: "La derrota militar de ETA sencillamente no es posible y así se ha demostrado a lo largo de los 50 años de su existencia", afirmó con un lenguaje acartonado el brazo político de los terroristas en una nota en la que reiteraba que "el conflicto político no puede ser reducido a un problema antiterrorista".
Toni, un empleado de uno de los hoteles ubicados muy cerca del lugar del atentado, comentaba por la tarde cómo varios amigos y familiares le habían telefoneado porque la explosión se oyó a varios kilómetros a la redonda. "Al principio no sabíamos lo que había pasado, la centralita se ha colapsado, y uno de los clientes, inglés, me ha dicho: 'Eso es una bomba, llevo 20 años en el Ejército y sé reconocer una explosión", apuntó. El Ministerio británico de Exteriores colgó en su página web una nueva advertencia a sus ciudadanos con respecto a España. En ella les avisa del "alto riesgo de terrorismo en España" debido a los dos últimos atentados de ETA perpetrados en Burgos y Mallorca. Y les advierte de que "los ataques pueden ser indiscriminados, incluso en lugares frecuentados por visitantes extranjeros".
ETA tiene desde hace años una fijación con Mallorca. Ayer mismo se cumplían 18 años de la colocación de sendos coches bomba por el comando Ekaitz, liderado por José Luis Urrusolo Sistiaga. Ambas explosiones provocaron heridas al hijo de un militar y a un alférez. Su otra obsesión ha sido la figura del jefe del Estado. Hasta en tres ocasiones los etarras viajaron a la isla para intentar matar al rey Juan Carlos. El atentado mejor planeado lo lideró Juan José Rego Vidal en 1995. Rego pretendía asesinar al Rey con un fusil de mira telescópica desde un piso alquilado enfrente del puerto deportivo de Palma.
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