ETA usó un temporizador para activar la bomba del atentado de Baleares
Interior distribuye las fotos de seis etarras supuestamente implicados en la última ofensiva de ETA.- Se investiga la huida de un vehículo en la zona donde se produjo la explosión
La investigación sobre el atentado de ETA en Calvià que acabó con la vida de dos guardias civiles avanza algunos metros. La potente bomba lapa (entre tres y cuatro kilos de explosivo) colocada por los etarras en los bajos del todoterreno de la Guardia Civil y que ocasionó la muerte a los agentes llevaba un temporizador, según confirmaron fuentes próximas a la investigación. Este sencillo artilugio permite dos cosas: que el etarra esté a salvo de una explosión fortuita del artefacto empleado para atentar y, además, si es necesario, estar lejos cuando se produzca la explosión. Los dos guardias civiles circularon durante la mañana sin que estallara la bomba porque el temporizador estaba activado para liberar el dispositivo de movimiento a partir de una determinada hora del jueves.
La cúpula antiterrorista supone que el comando sigue oculto en la isla. Al menos dos presuntos terroristas, dos jóvenes, han sido señalados como sospechosos de ser los autores del atentado. Otras hipótesis sostienen que no existen pistas concretas sobre los asesinos porque éstos posiblemente se fugaron en barco hacia la Península y después hasta Francia nada más cometer el atentado.
Pero más allá de suposiciones, es prácticamente imposible saber si el comando que mató a los guardias civiles con una bomba lapa, activada con sistema antimovimiento, sigue en la isla. Tampoco se conoce si los terroristas entraron en el ferry, sorteando sin problemas la relajada seguridad que existe en este tipo de transporte, o por el contrario pudieron acceder a Mallorca con una embarcación propia. Pero hay un dato inapelable: si la bomba lapa estaba temporizada, los etarras han tenido tiempo para abandonar la isla, tras colocarla la noche anterior, como suponen los investigadores.
ETA usó la modalidad de bomba lapa con temporizador en octubre de 2007, cuando colocó una en los bajos del automóvil del escolta Gabriel Giner, que resultó herido con quemaduras de segundo y tercer grado y se encontraba en el barrio bilbaíno de La Peña. La bomba, con cerca de un kilo de amonal, estaba localizada a la altura del asiento trasero, donde solía sentarse en concejal del PSE en Galdácano (Bilbao) Juan Carlos Domingo.
Los seis etarras más activos
El Ministerio del Interior ha distribuido este viernes las fotografías de seis presuntos etarras que estarían relacionados con la última ofensiva. Se trata de Itziar Moreno Martínez, Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, Alberto Machain Beraza, Oroitz Gurruchaga Gogorza, Joanes Larretxea Mendiola e Iván Saez de Jáuregui Ortigosa. El único de estos terroristas que aparecía anteriormente entre los más buscados era Oroitz Gurrutxaga, nacido en Rentería (Guipúzcoa) el 8 de julio de 1981. Oroitz Gurrutxaga era uno de los 22 miembros de Segi procesados el pasado febrero por el juez Fernando Grande-Marlaska como responsables de actos de violencia callejera e integración en banda terrorista. Gurrutxaga era junto a Xabier Goyenetxea uno de los miembros de la organización que se encontraban en rebeldía.
Controles extremos
Tras producirse el atentado, las fuerzas de seguridad desplegaron la Operación Jaula para cercar la salida a los terroristas. La policía selló durante varias horas las vías de entrada y salida a la isla de Mallorca por mar y aire. Desde las cuatro a las seis de la tarde del jueves el aeropuerto de Son Sant Joan estuvo bloqueado al igual que el puerto marítimo. Los controles de la policía causaron atascos kilométricos en las principales carreteras de la isla. Las fuerzas de seguridad impidieron también el paso a la urbanización Palmanova, donde explotó la bomba que mató a Diego Salvá Lezaún y Carlos Sáenz de Tejada.
Socías ha explicado en declaraciones a Onda Cero que se están extremando los controles en los aeropuertos y puertos de la isla para identificar a todo el mundo que quiera abandonar Mallorca. El delegado del Gobierno ha apuntado que los terroristas pueden tener la intención de escapar gracias a la gran afluencia de personas que hay en los aeropuertos y puertos baleares por las vacaciones de verano. Según el delegado del Gobierno, en declaraciones ofrecidas a los medios tras el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Palma celebrado este viernes para leer una declaración de repulsa a la acción criminal, las medidas restrictivas en "todas las puertas de salida" de la isla permanecen exactamente igual que durante la jornada de este jueves.
Los investigadores tratan también de averiguar cómo entraron los terroristas en la isla. Una de las posibilidades que estudian las Fuerzas de Seguridad es que los etarras accedieron con bastantes días de antelación a la fecha en la que cometieron el atentado y posiblemente en un ferry, para poder sortear más fácilmente las medidas de seguridad.
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