Un centro de turismo masivo a diez kilómetros de Marivent
ETA dejó ayer su huella sangrienta a menos de diez kilómetros del palacio de Marivent, donde los Reyes tienen previsto iniciar mañana sus vacaciones, y en unas fechas en que Mallorca refuerza los dispositivos de seguridad por la afluencia de turistas.
Palmanova es un centro turístico en el que residen y se divierten sobre todo jóvenes británicos y, en menor medida, turistas españoles demandantes de playa, cerveza y lugares nocturnos de ocio.
La presencia de unos 400.000 visitantes en la isla supone un entorno favorable para los terroristas para pasar inadvertidos. Pero paralelamente, desde hace semanas, más de 400 guardias civiles y policías participaban en las medidas para reforzar los dispositivos de vigilancia.
Además, la celebración de una reunión del Consejo de Ministros en Palma el pasado viernes había motivado un despliegue policial específico para garantizar la seguridad en torno a la capital.
La banda terrorista ha atacado en otras ocasiones en la capital balear, y ha realizado preparativos para intentar matar al Rey. Hace exactamente 18 años, el 30 de julio de 1991, el etarra José Luis Urrusolo Sistiaga hizo estallar dos bombas en Palma, ante un cuartel y en casa de un militar, que causaron dos heridos.
En el verano de 1995, la policía detuvo a varios terroristas que se encontraban en un piso alquilado para intentar matar al Rey con un rifle de precisión. El apartamento se encontraba en un edificio situado a unos 300 metros de donde amarra en Portopí el yate de don Juan Carlos, Fortuna, y a unos 600 metros de su residencia oficial, el palacio de Marivent. Los terroristas llegaron a la isla en un velero en el que había embarcado en un puerto de la costa oeste de Francia.
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