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Los médicos han de decidir si se juzga al ex nazi Demjanjuk

El guardia del campo de Sobibor fue deportado a Alemania por EE UU

Falta sólo un informe médico para que John Demjanjuk, acusado de participar en al menos 29.000 asesinatos en 1943, cuando era esbirro de la SS en el campo de exterminio de Sobibor, se enfrente a la justicia como uno de los últimos criminales vivos del nacionalsocialismo. El mecánico jubilado, nacido en Ucrania hace 89 años, aterrizó ayer en Múnich tras su extradición de Estados Unidos. Una ambulancia lo transportó del aeropuerto a la prisión muniquesa de Stadelheim, en cuya enfermería quedó encerrado tras un primer control médico.

Por la tarde, asistido por su abogado alemán, fue informado de los cargos contra él. Terminaron así varios meses de tensiones respecto a su extradición, solicitada en marzo por la fiscalía de Múnich y paralizada por un tribunal estadounidense el 14 de abril.

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Hay documentos que demuestran que Demjanjuk estuvo en Sobibor, uno de los tres principales campos de exterminio, junto con Treblinka y Belzec, todos en Polonia. Allí fueron asesinadas 1,5 millones de personas, casi todas judías. Para su funcionamiento, los alemanes se sirvieron de ayudantes que reclutaban entre los prisioneros de guerra soviéticos.

El historiador berlinés Wolfgang Benz explica que los alemanes ofrecían a soldados presos que no fueran comunistas la posibilidad de abandonar los campos de prisioneros para convertirse en colaboradores del Holocausto. A los que aceptaban les ponían una especie de uniforme, les daban armas, "pero poca munición", y los llevaban a los campos de exterminio con patente de corso para tratar como quisieran a los judíos. Su función era "sacar a los deportados a golpes de los vagones de transporte y obligarlos a que se desnudaran". Después, escoltarlos a la muerte. Allí no se hacía más.

A las órdenes de los alemanes de la SS, los esbirros como Demjanjuk comían bien, disfrutaban de licores y de otras prebendas y no pasaban frío. Las tareas peores, como la de arrancar los dientes de oro a los miles de cadáveres diarios, quedaban para pequeños grupos de judíos, que eran asesinados cada par de semanas.

Demjanjuk ha pasado por diversos procesos desde 1977, cuando lo identificaron como Iván el Terrible, un guarda del campo de exterminio de Treblinka célebre por su brutalidad. Un tribunal de Israel lo condenó a muerte en 1988, tras considerar probado que John Demjanjuk, cuyo nombre ucranio es Iván, era aquel Terrible. La pena quedó anulada en 1993, después de que un informe de los servicios secretos soviéticos lo exculpara de haber estado en Treblinka. Regresó Demjanjuk triunfante a Estados Unidos, cuya nacionalidad recuperó, para perderla de nuevo en 2002.

Aparte de aquel periodo de juicios, la posguerra de Demjanjuk ha sido bastante tranquila. Sesenta y seis años después de su paso por Sobibor se encuentra ahora en la cárcel de la Stedelheimer Strasse, al sur de Múnich. La misma en la que Adolf Hitler pasó un par de días de 1922 por "alteración del orden público".

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