Una industria en expansión a la sombra de la crisis

Zancada a zancada, los video-juegos se están merendando el pastel del sector audiovisual e interactivo. Si ponemos la vista en 2005, el contraste es obvio. Ese año las ventas de música y DVD sumaban un 39% del total. En 2008 les ha tocado menos de la mitad (un 18%). La taquilla de cine mantiene su 25%. Y los videojuegos se expanden y se expanden: de un 35% han pasado a un envidiable 57%.

Y eso que 2008 no ha sido su año. Acostumbrados a las noticias buenas o buenísimas, el sector se ha llevado su primer chasco. Predecible, pero chasco al fin y al cabo. Tras un 2007 apoteósico (creció un 50%), el año pasado sus ventas cayeron un 1,5%, según los datos que presentó ayer la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE). Y lo que es más grave: España es el único país europeo en el que ha perdido volumen de negocio. En total, el sector movió 1.432 millones de euros (resultado de sumar las ventas de videojuegos y consolas), una cifra lejana a los 1.750 millones con los que se atrevían a soñar hace un año. La respuesta, por supuesto, se llama crisis. Y contención de gasto.

De enero a septiembre el sector acumuló un crecimiento del 16%. Pero con la recta final del año llegaron las malas noticias tras una nefasta campaña navideña (y eso a pesar de que el sector aumentó un 60% su inversión publicitaria, en la que se dejó 237 millones de euros).

Las consolas (o el hardware) se han llevado el mayor varapalo. Tras un 2007 marcado por el tirón de la famosísima Wii y de la moderna PS-3, en 2008 los españoles han cerrado el grifo: sus ventas han caído un 6% (un 14% en el caso de las portátiles). Las ventas de videojuegos (el software) han registrado un repunte del 3%. Y eso a pesar de que la piratería cada vez les azota más fuerte. El año pasado los usuarios descargaron 28 millones de títulos, lo que se estima que supone una pérdida de 200 millones de euros.