A falta de las votaciones en ambas cámaras del Congreso que ratifiquen hoy el acuerdo alcanzado, Barack Obama tiene ya en sus manos el instrumento que solicitaba para atajar la crisis económica: un plan de estímulo de 789.000 millones de dólares (615.000 millones de euros) con el que promete crear tres millones y medio de puestos de trabajo en dos años.
Geert Wilders, diputado de la derecha holandesa, vivió ayer "en un mundo al revés", como él mismo ha calificado su situación. Su Partido por la Libertad es legal y cuenta con nueve escaños en un Parlamento de 150. Su pasaporte está en regla y es un ciudadano de la UE con acceso libre a otro país comunitario.
Pakistán reconoció ayer por primera vez que hay una trama paquistaní en los atentados de Bombay del pasado noviembre. Al anunciar la detención de seis miembros del ilegalizado Lashkar e Toiba involucrados en ellos, el responsable del Ministerio del Interior, Rehman Malik, admitió que aunque "los hechos se produjeron en India, parte del complot se urdió en Pakistán".
Propusieron Tzipi Livni y Benjamín Netanyahu un Gobierno de unidad nacional durante la campaña electoral. Horas después de cerrarse el martes las urnas, la candidata del liberal Kadima insistió en la iniciativa, siempre que ella fuera la primera ministra.
Hace cuatro años que la policía no entra en El 23 de Enero. Lo dice con su punto de orgullo revolucionario Glen Martínez, de 38 años, uno de los líderes vecinales que controlan y administran justicia en este barrio de Caracas cercano al palacio presidencial donde viven 100.000 personas, algunas de las cuales sólo disponen de agua potable tres horas al día, y no todos.
El Gobierno venezolano prefiere hablar de otra cosa: de apelar a las reservas internacionales, de aguantar hasta que se recuperen nuevamente los precios del petróleo, que han pasado del máximo de casi 150 dólares el barril a los 44 dólares de ayer en apenas siete meses.
"El pueblo me ha hecho un llamamiento pidiéndome que continúe mi misión", y por esa razón "anuncio hoy mi candidatura para un nuevo mandato" como presidente de la República de Argelia hasta 2014.
El asesino le esperaba a la salida de su casa en Bakú. A eso de las 7.30 del miércoles, el general Raíl Rzáyev, de 63 años y comandante de la Fuerza Aérea de Azerbaiyán, subió al coche oficial que, como cada día laborable, le esperaba. El chófer se detuvo a unos metros de la entrada de la casa para tirar a la basura un paquete que le entregó el general.