La larga mano de los narcosicarios
Policías de España y Colombia investigan la conexión entre el asesinato de un 'capo' en un hospital de Madrid y la muerte a tiros de su hermano cerca de Cali
Leónidas Vargas, un reconocido narcotraficante colombiano de 59 años, fue asesinado el pasado jueves en el hospital Doce de Octubre de Madrid. Un sicario entró en su cuarto y le disparó cuatro tiros en la cabeza con su pistola de calibre nueve milímetros con silenciador. Su hermano Fabio, de 47 años, fue acribillado a tiros al día siguiente en Pradera, un municipio situado en las faldas de la cordillera central, al sureste de Colombia, en el departamento de Valle del Cauca.
¿Existe alguna conexión entre estos dos crímenes ejecutados casi de manera simultánea? Así lo creen las policías de Colombia y España, que piensan que se trata de un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes que se disputan el control del negocio.
El cuerpo de Fabio Vargas fue hallado con signos de tortura junto al de su novia
Leónidas Vargas iba a ser juzgado en España tras ser detenido con droga
El cadáver de Fabio, con la cabeza tiroteada bajo una bolsa de plástico, y con señales de tortura, fue encontrado por la policía el pasado sábado en un cañaveral a la salida de esa pequeña población, situada a sólo 30 kilómetros de Cali, capital departamental y tercera ciudad de Colombia.
A su lado yacía el cuerpo de Liliana Lozano, actriz y modelo de 30 años. Los dos estaban amordazados y maniatados. Él en pantalón corto; ella en pijama. Con la etiqueta NN -cuerpos sin identificar- ingresaron en la morgue de Pradera. Finalmente, el martes por la noche se confirmó la identidad de los dos cuerpos. Pero quedaba aún por esclarecer si se trataba del hermano del capo asesinado en España.
Las coincidencias eran muchas, pero la policía esperaba los resultados del estudio del Departamento de Investigación Criminal. Al mediodía de ayer Diana Sánchez se presentó en la morgue para reclamar el cadáver de su ex esposo, confirmando las sospechas de las autoridades colombianas sobre su identidad.
Las primeras pesquisas indican que al conocer el asesinato de su hermano en España, Fabio se desplazó en avión de Bogotá a Cali con Liliana, con la que llevaba más de tres años de relación afectiva. Pero en la noche del viernes, hombres armados los secuestraron en su hotel y los condujeron al paraje donde fueron torturados y asesinados. Algunos vecinos alcanzaron a oír gritos que exigían respuesta sobre la ubicación de una caleta (escondite de dinero), antes de escuchar los disparos.
Leónidas y su hermano eran oriundos de Caquetá, un departamento situado al sur del país. Liliana había nacido en una pequeña población cerca de esta capital, y fue hace 10 años candidata a ser nombrada reina del café en un concurso de belleza celebrado en esa región colombiana, sacudida desde hace décadas por la guerrilla y el narcotráfico.
A finales de los años ochenta, Leónidas era llamado el Rey del Caquetá, en referencia a su poder como capo del narcotráfico. Medró de la mano de Gonzalo Rodríguez Gacha, el segundo en el escalón de mando del entonces temido cartel de Medellín, encabezado por Pablo Escobar.
Por la forma en que fueron encontrados los cadáveres, las investigaciones apuntan a que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas rivales. La principal sospecha es que se trata de un episodio más en la guerra que desde hace años libran sectores de los narcos con los dueños del negocio de la extracción de esmeraldas colombianas, consideradas las más bellas del mundo.
¿Qué se esconde detrás de estas tres muertes? En su vida de casi 30 años en el oscuro negocio de la droga -antes era un simple carnicero de pueblo- Leónidas tuvo muchos enemigos en el mundo del hampa. Cuando saldó sus cuentas con la justicia colombiana se estableció con su familia en España, y gozó de unos años de libertad.
La policía sospecha que actuó como intermediario de dos capos -Daniel, el Loco, Barrera, y Pedro Guerrero Cuchillo- para introducir droga en España. En 2006 fue detenido con un pasaporte falso y un alijo de droga. El próximo mes de julio iba a ser juzgado en España. ¿Temían sus viejos socios que hablara más de la cuenta?
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