Más de 30.000 indígenas esperan hablar con Uribe

La reunión prevista entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y los más de 30.000 indígenas reunidos en asamblea en Cali estaba ayer en el aire por las discrepancias entre las dos partes sobre el lugar y la forma del encuentro.

Mientras los indígenas aguardaban a Uribe para celebrar una asamblea "en campo abierto" frente al ayuntamiento de Cali, con una silla que permaneció vacía, el presidente colombiano insistió en citarlos en el auditorio de la televisión regional, Telepacífico, lugar que rechazaron los nativos. Finalmente, Uribe llegó a la explanada hacia las cinco de la tarde (once de la noche en la España peninsular), cuando la asamblea indígena ya se había disuelto, e intentó hablar ante los pocos que quedaban.

Los indígenas, que tras este plantón dijeron que no escucharían al presidente hasta hoy -Uribe no se ha pronunciado aún al respecto-, iniciaron el pasado martes una marcha en el suroeste de Colombia, a unos 100 kilómetros de Cali, donde llegaron el sábado, para reclamar la devolución de las tierras que consideran "ancestrales".

Los nativos salieron ayer muy temprano, en su última caminata, desde la universidad pública más importante de Cali, donde durmieron en carpas, protegidos con plásticos, en hamacas o simplemente tirados sobre el prado, a la plazoleta frente a la alcaldía.

La agenda se cumplió como si Uribe los hubiera escuchado. Tres de sus líderes hablaron de sus grandes problemas: incumplimiento de pactos sobre entrega de tierras y derechos humanos. También mostraron su rechazo a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con EE UU y a la política de seguridad democrática del presidente.