Zapatero convoca a Montilla para alcanzar un acuerdo en financiación

Tras meses de conversaciones infructuosas se acerca la hora de que las negociaciones sobre la financiación de la Generalitat se hagan al máximo nivel. No hay día ni hora fijada, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de la Generalitat, José Montilla, se reunirán en breve para intentar encauzar un acuerdo.

El mismo presidente del Gobierno anunció ayer en conferencia de prensa que espera ver pronto a Montilla, con quien dijo hablar "de vez en cuando" por teléfono.

Zapatero, consciente de que las negociaciones no avanzan a buen ritmo, no quiso pecar de optimista. Por eso prefirió situar el encuentro en "un futuro no muy lejano". Eso sí, dijo que de la reunión espera poder salir con el anuncio de que se está "en una vía de entendimiento". Hasta ahora Zapatero ha evitado en todo momento situarse en el centro de las negociaciones, cuyo peso ha recaído en el ministro Pedro Solbes y su equipo y en el consejero de Economía, Antoni Castells. Montilla y Zapatero han hablado, pero discretamente y siempre por teléfono.

Con todo, estas conversaciones no han conseguido evitar las escaladas verbales.

Lo que tanto el Gobierno central como el catalán han querido dejar claro en las últimas horas es que la negociación será entre ejecutivos, no entre partidos. Ello explica que los barones socialistas convocados anteayer en Madrid por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, evitaran por todos los medios discutir en público sobre financiación autonómica. A sabiendas de que no se pondrían de acuerdo en este asunto, dedicaron el encuentro a hablar de austeridad y de crisis económica.

Mientras, las negociaciones transcurren lentamente, pero con atisbos de acuerdo. Fuentes del Gobierno catalán mantienen que en los últimos días han notado una "mejora" en la actitud de los negociadores del Gobierno central. Con todo, no hay acuerdo. "La dificultad es avanzar de verdad hacia cambios reales y no hacia meros cambios cosméticos", mantienen estas fuentes.

En paralelo a la negociación con Madrid, el Gobierno catalán intenta que no se resquebraje el precario frente catalán con Convergència i Unió. Mantener esta unidad no será fácil. Ayer mismo, Esquerra Republicana se sumó a Convergència i Unió en la demanda de los nacionalistas de que antes de 15 días se concrete una propuesta de los partidos catalanes sobre el nuevo modelo de financiación. El PSC rehuyó el compromiso. "No contribuye al acuerdo ni fijarse fechas límite ni poner cifras al pacto", dijo el coordinador de los diputados del PSC en el Congreso, Francesc Vallès.El republicano Joan Ridao replicó que es necesario fijarse unos objetivos comunes para negociar con más fuerza.