El milagro de la tintorera

Bodegas Sierra Salinas se ha destacado en los últimos años por el milagro de la Tintorera. Esta maravillosa uva, tan atractiva como difícil, nunca ha tenido predicamento para el embotellado, pero de repente ha cobrado rango de realeza con vinos elegantes, ampulosos, vigorosos y finos a la vez. Rodolfo Valiente de Vegalfaro ha hecho un sobresaliente Sierra Salinas de cepas antiguas. Unos metros más allá de donde acaban sus viñedos, empieza Murcia, y predicar la tintorera en Alicante (la patria de la monastrell), con el clima y la insolación de Villena, es como amar el desierto, en el desierto no hay nada y no hay hombre que no necesite nada. Es una uva difícil, su mosto es fulgente de color, brillante, intensamente aromática, con una sinfonía de frutas y a la boca las especias se mezclan con la fruta y ésta con la densidad carnosa de una cansalà de jamón serrano. Pero, acabada la vinificación, la boca lo encuentra neutro, la nariz corto y el color, habría que traer una luz negra para verlo brillar otra vez. Durante siglos la tintorera se utilizaba para dar color, grado y cuerpo a los vinos desde Francia hasta Hungría.

Ha conseguido uno de los tintos más elegantes y complejos que he probado en los últimos años, como sus Sierra Salinas y 1237 (la cota del cerro de Salinas). El Paraje de Mira, junto a la casa que lleva su nombre de más de 300 años de antigüedad, y que rodea a la bodega, es puro Mediterráneo. Entre sotobosque, carrascas, pinos, vides, olivos e higueras, se ha construido una moderna y luminosa bodega, perfectamente integrada en él, con buen uso de piedra argamasada y cristal, luminosa por dentro, fresca en verano y templada en invierno. Esta bodega, obra del joven arquitecto yeclano José Abellán, recuerda mucho a las casas de Frank Gehry de su primera época, entre el estudio casa Devis y los almacenes Magnin.

Los tintoreras de Sierra Salinas van perfectos con los quesos de la Serra d'Espadà, pues de ella sale corcho natural para los tapones de grandes vinos. También de Castellón es el enólogo de esta bodega, Emilio Gómez, y en Ain dicen: En Almedíjar la pansa, todico el año la esperan/ ha venido una trona/ y el barranco se la lleva.