De poco fiar
No seré yo quien pierda el sueño por lo que vaya a suceder con las inversiones que tiene el Banco Santander en Venezuela. Un banco -como son otros también- sin alma que a la tercera letra hipotecaria seguida que no les puedes pagar ya te amenazan con expropiarte la casa. Desde que en 1996 el Grupo Santander compró el Banco de Venezuela, ya era consciente de que existía un alto riesgo de que este banco volviese a ser nacionalizado. Hugo Chávez se ha encontrado ahora con 200 millones de motivos para hacerlo: los 200 millones de euros en beneficios que obtiene anualmente esta entidad. Visto lo visto, más le vale a Repsol que repase los contratos que acaba de firmar con Venezuela para extraer petróleo de la faja del Orinoco, si no quiere dentro de poco verse en una situación muy parecida a la del Santander.
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