De la fuente de Zalduendo manó el vino milagroso

De la fuente de Zalduendo volvió a manar ayer vino, en lo que se ha convertido un milagro anual el domingo anterior a la bajada del Celedón. Durante todo el día, los vecinos disfrutaron de una jornada de fiesta a la espera de que a las ocho de la tarde llegara el momento esperado, que supera el misterio de las bodas de Canaan. Cumplido el protocolo zalduendarra, el personaje que anuncia el comienzo de las fiestas de Vitoria hará su recorrido tradicional en la renovada plaza de la Virgen Blanca, entre el humo de los puros y la espuma del cava.

La ola de calor sahariano que está prevista para estos días no será inconveniente para las miles de personas que acudirán a la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria para asistir al chupinazo más popular de todas las fiestas que salpican Euskadi durante estos días. La cita con la bajada del Celedón, a las seis en punto de la tarde, es imprescindible para entender lo que es una fiesta verdaderamente popular, y excepcional. Como lo es, sin duda, que Gorka Ortiz de Urbina, como antes hicieron sus predecesores Iñaki Landa y José Luis Isasi, consiga sobrevivir a los embates de las masas que abarrotan la principal plaza de Vitoria.

Ya desde horas antes de la cita de esta tarde, cuadrillas de jóvenes y no tan jóvenes, de todas las clases sociales, políticas, intelectuales y económicas irán tomando posiciones en la plaza de la Virgen Blanca. Todos con una misma intención: disfrutar de esos minutos que tarda Celedón en bajar desde la torre de la iglesia de San Miguel hasta el ventanal de los almacenes Irazu y volver a ascender hasta la balconada donde le esperan las autoridades para que dé inicio oficial a 127 horas de fiesta y más de 300 actos para todos los públicos.

Mucha diversión pero con cuidado. Para ello, la concejala de Cultura, Maite Berrocal, realizó la semana pasada un llamamiento a la ciudadanía, a la que pidió que "abandone la costumbre de usar botellas de cristal en el chupinazo". Berrocal explicó que, tras la reforma de la plaza de la Virgen Blanca, es más importante que nunca esta llamada de atención "porque antes la tierra hacía de colchón para que no se rompieran tantas botellas y hubiera menos cortes". Maite Berrocal solicitó que se usen otro tipo de envases, de plástico, y recordó que, "si hace calor, los bomberos refrescarán a la gente". Además, anunció que se está en negociaciones con productores de cava para conseguir que se pueda preparar una partida embotellada en envase de plástico para el año que viene.

Así que hoy, jóvenes y no tan jóvenes volverán a entonar el estribillo, después de que Ortiz de Urbina llegue a la balconada, de "Celedón ha hecho una casa nueva, Celedón con ventana y balcón", quizás el tema más famoso de Mariano San Miguel. Después del acto más popular de las fiestas, las cuadrillas se irán dispersando por el casco medieval y el centro de la ciudad al grito de "agua" que los vecinos arrojan a la calle para refrescar los cuerpos después del agobio. Las calles estarán animadas por gigantes y cabezudos, txistularis, bandas de gaiteros y distintas fanfarrias.

Los más veteranos tienen su lugar en el parque de La Florida, para disfrutar de los bailables que ofrecerá la orquesta Nuevo Son, de siete a nueve y media de la noche. Y los aficionados al humor pueden acudir a disfrutar con la revista de Manolo Rioyo en la plaza de la Provincia (23 horas). Los conciertos de la medianoche llevarán a Ruper Ordorika a la plaza de los Fueros, Esne Beltza a la plaza del Matxete, y los navarros Hesian estarán en el recinto de universidades.