Uribe nombra ministro de Exteriores a un ex asesor

Sorpresiva, como fue su llegada al cargo, ha sido la retirada del ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo, que presentó su dimisión el miércoles y fue sustituido ayer por el abogado Jaime Bermúdez, hasta ahora embajador en Argentina.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, sorprendió al país cuando, en febrero de 2007, apenas un mes después de que Araújo lograra escapar de un secuestro de seis años a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), le nombró canciller. Las críticas fueron muchas: ¿cómo una persona que con una radio a pilas había tratado de mantenerse al día de los cambios en el mundo podía asumir, sin transición, sin tiempo para adaptarse al regreso a la vida, tal tarea?

No fue fácil, y no tuvo suerte. Le tocó enfrentar las peores tempestades en las relaciones con los vecinos, Venezuela y Ecuador. Las llamadas de atención desde la presidencia fueron el pan de cada día. Uribe, pese a todo, siempre le apoyó.

La semana pasada se daba por hecho la salida de Araújo, pero nadie ha podido identificar una causa concreta. La revista Semana planteó una pregunta que se hace el país: si Uribe "se la juega con figuras estratégicas [también cambió a su ministro del Interior] para cerrar con broche de oro su mandato", o bien si quiere tener cerca a las personas de más confianza con miras a un eventual tercer mandato. Y Bermúdez, el nuevo canciller, es uno de ellos: fue su principal asesor en comunicaciones en su primer periodo.

Araújo aseguró que su salida se acordó el mes pasado y habló de las críticas: "Algunos medios cuestionaron mi papel por el hecho de ser un ex secuestrado. Creen que soy un minusválido mentalmente", dijo. El ex canciller se dedicará a su familia y a escribir un libro sobre su secuestro.