El teatro del mundo desfila por las calles de San Sebastián

Son las cinco de la tarde y, junto al quiosco del bulevar de San Sebastián, una banda de viento y percusión francesa comienza a tocar música de charanga. Mientras se forman los corrillos de un público variopinto, dos jóvenes contorsionistas de Ucrania preparan sus inverosímiles movimientos aplaudidos por un par de centenares de espectadores. La comitiva va ganando seguidores hasta llegar a la plaza de la Constitución, donde unos malabaristas alemanes muestran sus habilidades, entre el circo y los números de cómic. La presentadora del espectáculo anima en euskera y castellano, a veces también en francés, a ver los próximos montajes de teatro de calle: un derviche turco y unos acróbatas canadienses, entre otros. El espectáculo se llama Paseando con arte y forma parte de dFeria, el festival de artes escénicas de San Sebastián, que se inició el pasado martes y concluye mañana.

No cabe duda de que el propósito de los responsables de dFeria pasa por internacionalizar una cita cultural donostiarra que ha renacido con fuerza, a partir de un presupuesto cercano al medio millón de euros, y de la reforma del teatro Victoria Eugenia. "Hemos partido de la base", comenta Norka Chiapuso, director de dFeria, "de combinar el carácter de mercado teatral para programadores, con una atención especial para América Latina, con los espectáculos en salas y en la calle para que disfruten los paseantes. En realidad, nuestra oferta atiende a la faceta de feria para especialistas y de festival abierto al público. Nosotros aspiramos a convertir dFeria en una cita obligada del verano cultural, como ya lo son los festivales de jazz o de cine".

Desde nombres consagrados como el director Peter Brook, que presenta su obra Fragmentos, a compañías de prestigio como la del Festival Chéjov de Teatro, pasando por una significativa representación del teatro argentino contemporáneo o el grupo vasco Tanttaka, la muestra ha ofrecido alrededor de 30 espectáculos en apenas seis días. Una decidida voluntad de descubrir nuevos espectáculos y grupos en una ciudad de 170.000 habitantes que cuenta con cinco teatros abiertos durante todo el año y una apuesta por tender puentes, de ida y vuelta, con América Latina figuran como ejes de esta dFeria, respaldada tanto por el Gobierno central como por las instituciones públicas vascas.

Asiduo en los últimos años a esta cita teatral, Octavio Arbeláez, director del festival colombiano de Manizales, explica la utilidad de dFeria. "Se trata de crear", comenta, "un circuito alternativo a las grandes ciudades y, en ese sentido, su interés por América Latina es muy importante para nosotros porque resulta muy difícil para nuestras producciones llegar a España y a Europa, en general. Por todo ello, es fundamental un escaparate como el que brinda San Sebastián".