Artevino construye una bodega en una zona de protección ambiental
El Gobierno propone sacar la parcela del área de edificabilidad restringida
El grupo Artevino, liderado por el empresario Gonzalo Antón, está construyendo una bodega en una zona de especial protección ambiental y que, por tanto, tiene limitada la edificabilidad. El Ayuntamiento de Laguardia concedió el pasado enero una licencia de obra conforme a una propuesta de modificación de la línea LIC (lugares de importancia comunitaria) realizada por el Gobierno vasco cuando el Plan Territorial Parcial (PTP)de este municipio impide la construcción en zonas de protección ambiental. La propuesta de modificación de la línea LIC, que para ser firme debe elevarse a la Comisión Europea, se encuentra estancada en la Diputación de Álava por la negativa al cambio del diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi. Antón pidió en mayo en una carta al diputado general de Álava, Xabier Agirre, que tomara cartas en el asunto. La inversión es de 13 millones de euros.
La inversión en la bodega con restaurante es de 13 millones de euros
Los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) son los ecosistemas protegidos con objeto de contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres en la Unión Europea. Estos lugares, seleccionados por los diferentes países en función de un estudio científico, forman parte de las Zonas de Especial Conservación, que se integran en la Red Natura 2000 europea.
Entre el caso urbano de Laguardia y Sierra Cantabria se encuentra una zona que se conoce como la milla de oro por su riqueza vitivinícola y paisajista. En los últimos años se han anunciado inversiones de los principales grupos bodegueros españoles (Freixenet, Arco, Marqués de Carrión,...). Algunos de estos proyectos ya no existen. El proyecto impulsado por Artevino, que agrupa las bodegas Izadi, Villacreces y Vetus, es el que está situado en la zona más alta y lleva ligado un restaurante para 30 comensales. Junto a Antón se han asociado cocineros de prestigio que quieren elaborar un vino de calidad con marca Orben.
La bodega de Antón tiene una historia de más de tres años cuando el empresario compró la parcela 1.040 en el polígono 22. En conversación con este diario, Antón asegura que la compró con el convencimiento de que los papeles estaban en regla y no había problemas. A partir de ahí se inició el proceso de legalización con el apoyo de las instituciones.
El primer impulso, según el Gobierno, lo dio la Diputación de Álava, cuando gobernaba el PP, en 2005. El Departamento de Medio Ambiente hizo una propuesta en mayo de 2007 de zona LIC y la bodega quedó en su interior. Artevino, como otros interesados, presentó sus alegaciones. En octubre le Gobierno aceptó liberar a la finca de Antón de la zona de protección al considera que la parcela tiene "menor presencia de hábitats naturales y menor interés para la conectividad del territorio". Estos argumentos no figuraban en las alegaciones de Artevino.
Un portavoz del Departamento de Medio Ambiente asegura que la zona de protección se calculó en un primer momento de forma gruesa y luego se adaptó a la realidad de la geografía tras las alegaciones. Señala también que ha seguido los requerimientos de la Diputación y que entienden que no hay un interés natural especial a proteger en la finca en cuestión. Tras ser preguntado por la posición contraria del Departamento de Medio Ambiente foral, también en manos de EA, dijo que no tienen conocimiento de que la Diputación no este de acuerdo con la propuesta de cambio aprobada por el Ejecutivo.
La Diputación de Álava guarda silencio sobre esta cuestión. Mintegi no quiere hablar. Antón reconoció a este diario haber escrito una carta al diputado general en la que dice no entender la postura de Mintegi y se mostró sorprendido de que la cuestión hubiera trascendido. El empresario, que regenta también el restaurante Zaldiaran de Vitoria y fue presidente del Deportivo Alavés, aseguró a este diario que, de haber sabido los problemas que le iba a causar el proyecto, lo hubiera abandonado.
Recordó que la inversión es importante en una zona en la que varios proyectos ya se han desvanecido. La bodega la realiza la ingeniería LKS de MCC. Asimismo, reconoció que está acompañada de un restaurante para 30 comensales porque en caso contrario no se garantizaría su viabilidad. La idea es que el restaurante lo lleven los responsables del Fagollaga de Hernani, que cuenta con una estrella Michelin.
Las obras de la bodega están en marcha. La alcaldesa de Laguardia, María Jesús Amilibia, del PNV, aseguró en conversación con EL PAÍS que "el proyecto viene de la legislatura anterior" y que la licencia municipal de construcción, que se concedió en enero, obliga a dejar el terreno en cota cero. La realidad es que el PTP establece que las zonas de protección natural son no urbanizables.
Inversiones fantasmas
La bodega de Ysios, entre el casco urbano de Laguardia y Sierra Cantabria, hizo que grandes grupos bodegueros y todo tipo de empresarios, algunos ligados al ladrillo, pusieran sus ojos en esta zona como punto de inversión. Hace apenas un año se hablaba del desembarco de hasta seis grupos inversores. La zona, donde también se reveía la apertura de un campo de golf, se convirtió en una especie de El Dorado. La realidad no es como se pintaba entonces. El único proyecto en marcha y sin problemas es el de Casalbor. Su bodega circular cuenta con una vista excepcional de La Rioja. El mayor fracaso es probablemente el del grupo Arco, el segundo productor vinícola más grande de España, que quería poner en marcha una de sus Haciendas de España (hotel con bodega) en lo mejor de La Rioja Alavesa. Inició el movimiento de tierras y tras varios intentos de atraer inversores locales, desistió. Ha dejado un boquete de grandes dimensiones en las faldas de Sierra Cantabria que, en este momento, está en venta. La alcaldesa de Laguardia, María Jesús Amilibia, dice no tener constancia del abandono.
El resto de las inversiones en curso se enfrentan a problemas institucionales, bien por la aparición de restos arqueológicos o bien por problemas de compatibilidad del proyecto con la normativa de montes. Son los casos de Freixenet y Ebrogan. El grupo Marqués de Carrión, al ver que no todo era tan fácil como parecía, abandonó la zona, donde tiene plantadas unas viñas, y se instaló en Labastida en la vieja bodega de Yago. La realidad es que en la milla de oro donde la hectárea de viña es tan cara o más que en Burdeos (Francia), se está produciendo un cambio paisajístico. En la comarca no se sabe bien si las inversiones van a tener un efecto real en la riqueza de la comarca o si se está regalando a foráneos un paisaje, unos terrenos y una riqueza que se niega al cosechero local.
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