Entre cepas por la Ribera del Duero
El vino se ha convertido en un destino turístico. Los amantes de los buenos caldos han existido siempre, pero es ahora cuando la cultura del vino se ha incorporado como bagaje cultural de muchos. Y la Ribera del Duero es, sin duda, una de las denominaciones de origen con más seguidores entre los amantes del enoturismo. Cada día son más los interesados en conocer, saber y apreciar la cultura de la vid. No hay más que pasear por los pueblos de Soria, Burgos y Valladolid que conforman la denominación para entender cómo está cambiando la comarca. Sin ir más lejos, la pasada Semana Santa, 4.000 personas visitaron el espléndido Museo Provincial del Vino (www.museodelvinodevalladolid.com), ubicado en el castillo de Peñafiel (Valladolid) y una de las paradas obligatorias en la ruta. Para seguirla ha nacido una guía dedicada exclusivamente a la Ribera del Duero, un volumen repleto de sugerencias y recomendaciones en la zona.
Bodegas, hoteles y restaurantes
La obra, que se reeditará anualmente con las novedades pertinentes en cada uno de sus espacios, se divide en cuatro capítulos monográficos. El primero nos adentra en el mundo de las bodegas, seleccionadas entre las que se pueden visitar, y nos describe el ambiente, la zona, la historia, sin faltar la descripción de uno de sus vinos más representativos: su sabor, su aroma, su color, su cuerpo... Entre las 52 bodegas se encuentran desde la imponente Peñalba López -con hotel y restaurante propios-, en Aranda de Duero, pasando por la moderna y glamourosa Cepa 21 (en Castrillo del Duero), hasta la bodega familiar Briego, en el pueblo vallisoletano de Fompedraza, sin olvidarse de los caldos de Arzuaga o la puntera finca Villacreces, en Quintanilla de Onésimo. En cada bodega se recuerda el horario de visitas y se indica si cuenta con tienda, hotel o restaurante propios.
El segundo capítulo nos procura el merecido descanso, la cabezada después de la cata o de las visitas culturales. Se incluyen 17 hoteles, posadas y alojamientos rurales seleccionados por su encanto especial. Establecimientos como el Palacio de Brías (en cuyo restaurante se recomienda probar la tarta de manzana), en Soria, o la Posada Ducal, en Peñaranda de Duero, con una chimenea siempre encendida en invierno, o el tentador spa del hotel Convento Las Claras, del siglo XII, en Peñafiel.
En cuanto a restaurantes, la guía recomienda 11 establecimientos para degustar un plato de jabalí con foie en Casa Vallecas (Berlanga de Duero), o un exquisito bacalao de El Lagar de Milagros (Milagros, Burgos), por poner sólo dos ejemplos.
Y para terminar, un capítulo dedicado al patrimonio histórico y artístico de la comarca, con una importante presencia de la ciudad de Valladolid.
Guía de enoturismo en la Ribera del Duero Edita: Duco Promoción Empresarial. 175 páginas. Precio: 18 euros. www.duco-com.com
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