Francia enviará mil soldados más a Afganistán
La decisión refuerza la voluntad del presidente Sarkozy de una mayor implicación del país en la Alianza
La Asamblea Nacional francesa debatirá hoy la decisión del presidente Nicolas Sarkozy de reforzar sustancialmente el compromiso de París con la OTAN en Afganistán, donde la propia Alianza dice que se juega su futuro. El presidente lo anunció la pasada semana en Londres y ahora ha trascendido que serán 1.000 los soldados expedicionarios. Sin hablarse abiertamente de ello, se especula con que Sarkozy podría enviar entre 100 y 200 comandos adicionales para combatir la amenaza talibán.
La oposición critica la "lógica de ejército de ocupación" del despliegue
París ya tiene unos 1.600 soldados en Afganistán bajo bandera de la OTAN
La decisión del Elíseo es interpretada y celebrada en medios aliados como un adelanto de la anunciada mayor implicación francesa en la OTAN, que debería desembocar el próximo año en el retorno de Francia a la estructura militar.
Francia tiene ya sobre el terreno 1.600 soldados, que se elevan a 2.200 si se cuentan los que patrullan en barco dentro de la operación Libertad Duradera, de vocación esencialmente antiterrorista y liderada por EE UU. El primer ministro, François Fillon, saldrá hoy en la Cámara al paso de las acerbas críticas de la oposición, como las del socialista François Hollande, que no se ha mordido la lengua: "Se trata de participar en una operación militar con la OTAN, dentro de una lógica de ejército de ocupación".
Fillon replica que el debate parlamentario busca "explicar la posición francesa" y que el objetivo de la misión militar es distinto a lo apuntado por Hollande. "Estamos en Afganistán con otros 39 países, de los cuales 25 son de la UE, tras una decisión de la ONU", dice. "Es importante estar dispuesto a ir hasta el fin de un proceso de paz, que consiste en ayudar a la población civil a liberarse del terrorismo y del peso de los talibanes". Según él, la Asamblea Nacional no tiene por qué votar el nuevo despliegue. "Estuve en la oposición durante diez años y nunca vi que el presidente Mitterrand solicitara autorización de la Asamblea para enviar tropas". Se equivoca de plano. El 16 de enero de 1991, la Asamblea aprobó, por 523 votos a favor y 43 en contra, la participación francesa en la llamada primera guerra del Golfo. El entonces diputado Fillon votó a favor. "A Fillon le hemos atrapado en flagrante delito de amnesia" ironizó Hollande.
Jean Louis Bianco, diputado socialista próximo a Ségolène Royal, se alarma ante lo que puede ocurrir: "Existe el grave peligro de que nos estemos metiendo en un avispero. Temo que Afganistán se convierta en un nuevo Vietnam".
La mayoría conservadora de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) no se siente cómoda debatiendo sobre un anuncio hecho en el extranjero, a la espera de que el presidente lo confirme con algunos detalles en la cumbre de la OTAN a celebrar a partir de mañana en Bucarest. Sus correligionarios lo ven como un paso más a la reintegración plena de Francia en la OTAN, algo contrario a la tradición gaullista.
La OTAN recibe con gran satisfacción el reforzamiento del compromiso de Sarkozy con el destino de la Alianza, primer paso de ambiciones mayores. Su aporte llega en un momento particularmente delicado, entre nuevas y crecientes peticiones de mayor número de tropas sobre el terreno. Los franceses serán desplegados en el este del país. Su llegada, prevista para julio, permitirá a los estadounidenses que operan en la zona desplazar efectivos al sur, donde canadienses, británicos y holandeses reclaman desde hace tiempo refuerzos, en hombres y equipamiento, sobre todo helicópteros y aviones no tripulados.
Los talibanes no se dejan amedrentar en el sur y siguen con sus mortales golpes de mano. Ayer abatieron a un soldado danés en un enfrentamiento tras haber matado el domingo a dos británico y herido a cinco holandeses mediante artefactos explosivos improvisados.
La inquietud que suscita entre gaullistas de pura cepa y oposición el Sarkozy atento a la OTAN corresponde al aplauso de los aliados, encarnado por Estados Unidos. "En esta ciudad tenemos un presidente dispuesto a que su presidencia de la UE refuerce la defensa y a llevar a Francia a una OTAN renovada", manifestó recientemente en París Victoria Nuland, embajadora de EE UU ante la Alianza Atlántica.
Sarkozy ha supeditado esa mayor implicación francesa en la OTAN a que se potencie la defensa europea, idea hacia la que Washington hace ahora gestos apreciativos. La visita de la semana pasada al Londres de Gordon Brown forma parte de esa doble estrategia. Allí el primer ministro de Reino Unido se dijo dispuesto "a trabajar" en el "reforzamiento de la cooperación UE-OTAN".
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