La UE sospecha de la legalidad de las ayudas oficiales al sector vacuno
La Comisión pretende aclarar si son compatibles con la normativa europea
La Unión Europea (UE) ha solicitado información al Gobierno vasco sobre parte de las ayudas concedidas a los ganaderos en el marco del Plan Sectorial del Vacuno 2004-2005 ya que sospecha de su legalidad. Fuentes oficiales de la Comisión Europea confirmaron a EL PAÍS que la petición responde a la denuncia de un particular, del que no quiso ofrecer. La investigación quiere comprobar si parte de las ayudas concedidas en el marco de dicho plan encajan dentro de lo fijado en la Política Agraria Común (PAC) o si pueden ser consideradas ayudas de Estado y, por tanto, ilegales.
Las subvenciones del nuevo plan, por 14 millones, han quedado congeladas
Bruselas reclama en concreto información sobre varios aspectos del apartado específico del plan dedicado al ganado vacuno, tanto de carne como de leche. Este requerimiento llega cuando el Tribunal de las Comunidades Europeas, con sede en Luxemburgo, está analizando si considera ayudas de Estado los incentivos fiscales a la inversión de 1993 y 1996. Las cuestiones investigadas incluyen las ayudas para la mejora genética, la desestacionalización de la producción y la calidad, el incremento de derechos de vacas nodrizas y la recría. El total presupuestado para estas ayudas, que conceden las diputaciones y el Gobierno, asciende a 4.600.000 euros.
La primera consecuencia que ha tenido la petición de información de la UE ha sido la advertencia que la consejería de Agricultura ha hecho al sector, con el que mantiene un enfrentamiento en los últimos meses, de que las ayudas han quedado congeladas hasta saber hacia qué lado se decanta el fiel de la balanza, según fuentes ganaderas. Estas mismas fuentes aseguraron que el Ejecutivo ha pedido discreción hasta que se aclare si la Comisión se da por satisfecha con sus explicaciones o decide abrir un expediente.
Agricultura sostiene que lo correcto es decir que los planes se están adaptando a las "nuevas directrices" de la UE, algo "preceptivo" para todas las comunidades autónomas. La respuesta escrita que la consejería ha dado a EL PAÍS agrega que ello no supone la paralización de la "concesión de ayudas ya comprobadas". Las subvenciones que han quedado congeladas son las incluidas en el plan 2006-2009 por los mismos conceptos, cuyo presupuesto (14 millones de euros) supera con mucho el del plan anterior.
El plan 2004-2005 se puso en marcha ante la consideración de que el sector ganadero, que sumaba hace tres años, fecha del último censo oficial, 7.829 explotaciones, 3.700 menos que una década antes, vivía una "delicada situación socioeconómica", unida a un "horizonte de escaso relevo generacional". En este contexto, y con la reforma del sistema de ayudas de la PAC aprobado en junio de 2003, el Gobierno y las diputaciones lanzaron el plan de vacuno.
Las subvenciones de las que sospecha la Comisión las pagan directamente las instituciones o a través de la firma de convenios con terceras entidades. La Fundación Elika, dependiente de la consejería y cuya función es la seguridad alimentaria, gestiona las ayudas a la desestacionalización de la producción y a la calidad. Estas últimas se dirigen a los profesionales inscritos en el label Euskal Okela.
Las ayudas a la mejora genética de las razas las gestionan EHAHE (la Asociación de Criaderos de Ganado Vacuno de Carne de Euskadi) y Aberekin, un centro de inseminación artificial sito en el Parque Tecnológico de Zamudio. Las ayudas a la compra de derechos ganaderos de vacas nodrizas las gestionan y pagan las instituciones.
Situación de crisis
El sector ganadero vasco atraviesa una especie de crisis permanente. La cabaña de vacuno se va reduciendo de año en año, de forma que el censo de 2005, el último publicado, la situaba en un total de 164.191 animales, unos 5.000 menos que dos años antes. A este problema hay que sumar el envejecimiento de los productores y el aumento de los precios de las materias primas. La Administración autónoma ha incentivado la carne de vacuno de calidad a través de la Fundación Kalitatea con el label (etiqueta) Euskal Okela.
Sin embargo, estos esfuerzos no logran el resultado deseado y en el sector se está viviendo una especie de revuelta contra la política de Agricultura, sobre todo, por el modelo cárnico impulsado en torno al matadero de Gurokela en Bilbao. Su apuesta por la concentración ha sido contestada por el sector con el impulso a dos nuevos mataderos comarcales: el de Erralde en Durango y el proyectado en Salvatierra.
Además, el Gobierno está obligado a cambiar el reglamento del label en virtud de una proposición no de ley aprobada por toda la oposición en el Parlamento. La reforma debe permitir que la carne con el label de Euskal Okela se pueda vender en cualquier carnicería y no sólo en las autorizadas por la Fundación Kalitatea.
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