Irresponsables y deslenguados
En este país se es muy dado al desparpajo, dándole a la lengua sin temor a las responsabilidades. Así sucede desde el ciudadano más simple, opinando de cualquier cosa, sin preocuparse antes de estar bien informado, hasta el político más encumbrado que, consciente de esa falta de información, acusa a quien considera sus adversarios de delitos que luego resultan infundados.
Y luego, lejos de asumir sus responsabilidades y reponer la dignidad y el honor de las personas injuriadas, se refugian en que los electores -a quienes se les escamotea toda información- les enjuiciarán con el voto en su día. Si los primeros apenas utilizan las hojas de reclamaciones después de tanta protesta verbal, los segundos, comportándose de la misma forma, nunca rectifican, incluso cuando se equivocan involuntariamente, situación harto improbable en la lucha partidista.
Si estuviéramos mejor informados, el prestigio y el buen nombre del doctor Montes y sus compañeros del hospital Severo Ochoa de Leganés se mantendrían incólumes, y la vergüenza, con su carga de responsabilidad, la asumirían los lamelas, aguirres y demás deslenguados intencionados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Manuel Lamela
- Caso Sedaciones Irregulares
- Opinión
- Hospital Severo Ochoa
- Comunidades autónomas
- Administración autonómica
- Política sanitaria
- Madrid
- Hospitales
- Comunidad de Madrid
- Casos judiciales
- España
- Administración pública
- Justicia
- Muerte digna
- Enfermos terminales
- Medicina paliativa
- Enfermos
- Asistencia sanitaria
- Especialidades médicas
- Medicina
- Sanidad
- Salud