La política se cuela en el Cervantes de la mano de Zapatero
Suso de Toro presenta su amistosa semblanza del presidente del Gobierno
Habitual templo sagrado de los llamados bienes del espíritu -o sea, de la cosa cultural-, la sede madrileña del Instituto Cervantes se abrió ayer en canal a la vis política. El pretexto, es cierto, fue la presentación de un libro, acto cultural donde los haya, sólo que ese libro llevaba por título Madera de Zapatero, y como subtítulo Retrato de un presidente.
Y ese presidente era, efectivamente, José Luis Rodríguez Zapatero, exhaustiva y muy amigablemente retratado a lo largo de 230 páginas por el escritor Suso de Toro, en un libro editado por RBA.
Cabe preguntarse si el foro elegido -una institución de carácter público destinada a promover la cultura española fuera de nuestras fronteras- era el más adecuado para presentar en sociedad una hagiografía política de abierta simpatía y militancia política, como reconoció el propio autor, en torno a un mandatario en activo, como es el caso del retratado. Hace poco se presentó en la suntuosa sede del Cervantes la nueva edición del María Moliner. Ayer le tocó el turno a toda una reedición del presidente del Gobierno. Cosas de la cultura. Al acto, presentado por la periodista Angels Barceló, no pudo asistir José Saramago, por una indisposición.
El caso es que Suso de Toro, que en su panegírico presidencial escapa de la crítica y de la puesta en entredicho como de la peste, se lanzó a la piscina y, entre las risas de los asistentes, dibujó esta minicaricatura: "Pues sí... frente a quienes creían y decían que José Luis Rodríguez Zapatero no tenía media torta, yo supe desde el principio que era un líder, alguien de una dureza enorme, un bulldog que cuando muerde no suelta".
Suso de Toro definió su libro como "algo parecido a una película, porque hay un actor principal, que es Zapatero, y luego están los otros actores". Actores y actrices con nombres propios como Juan Rodríguez Zapatero (el hermano), Carmen Chacón, María Teresa Fernández de la Vega, Trinidad Jiménez, José Blanco y Pasqual Maragall.
Pero más allá de la cultura y más allá de la alta política, el autor de Madera de Zapatero acudió al boxeo para explicar la clave que subyace debajo de su amistosísima semblanza: "Es que Zapatero es mucho más parecido a Cassius Clay que a Joe Frazier, es mucho más saltarín que pesado".
El autor de esta biografía política (¿?) no se cortó un pelo y dijo que el presidente es "un poco chulo". Rodríguez Zapatero ni se inmutó, pero cuando le llegó el turno respondió con cierta sorna: "Éste es un libro discutible, como pasa con casi todos los libros que hacen retratos de personas". Pero no quiso el presidente del Gobierno dejar escapar la oportunidad de agradecer como es debido el esfuerzo de admiración y militancia desplegado por Suso de Toro en su libro, "un libro", dijo el presidente, "lleno de talante... y serenidaz".
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