El calentamiento extiende por Europa el virus de la lengua azul
La epidemia, que afecta al ganado, sale del Mediterráneo hacia el norte
El aumento de la temperatura media ha llevado al norte el virus de la lengua azul. Este agente infeccioso, que afecta sobre todo a las ovejas, estaba hace 10 años circunscrito a África. Pero el calentamiento ha ayudado a su expansión. La situación ha llegado a su extremo este año. Según la dirección general de Sanidad y Protección al Consumidor (DG-Sanco) hay casos hasta en Dinamarca y Suecia. En España ha ocurrido algo similar. El virus, que ya ocupa todo el cuadrante suroccidental de la Península, ha saltado a Guipúzcoa, donde nunca se había visto.
La lengua azul no afecta a las personas. Pero es una plaga para los ganaderos. Su presencia implica inmovilizar y sacrificar reses. Hay que poner las granjas en cuarentena, y tiene una tasa de mortalidad del 10% de los animales infectados. El resto adelgaza y pierde valor comercial. Aunque existen una vacuna y tratamiento para la infección, los saltos del virus a zonas donde no se lo esperaba han aumentado su capacidad destructiva.
"Graves epidemias"
"La situación de la lengua azul ha cambiado considerablemente en la UE con la aparición de nuevos tipos. Puede causar espectaculares brotes, y es una enfermedad que está en la lista [de las peligrosas] de la Organización Mundial de Salud Animal (OIE)", recordó un portavoz de la Comisión Europea.
La causa de la expansión de la enfermedad está en los mosquitos culicoides, que son su agente transmisor. Éstos necesitan humedad y temperaturas templadas para desarrollarse, dos condiciones que ahora encuentran con más facilidad al norte debido al calentamiento del planeta.
La epidemia nunca había llegado al Báltico. Originalmente se trataba de una infección africana. En 2003 se identificó en Baleares, y en Cádiz apareció en 2004. El brote de este año es "de especial virulencia", debido, sobre todo, a las benévolas condiciones atmosféricas, según el Ministerio de Agricultura español. Este organismo, -que contabiliza focos, no animales afectados- registró 15 brotes en 2003; en 2004 fueron 322; en 2005, 88; en 2006 no hubo ninguno, y en lo que va de año son ya 1.276.
Uno de los problemas para enfrentarse al virus es que existen varios tipos -hasta ocho circulando por Europa-, y cada uno necesita una vacuna específica. El miedo de las autoridades sanitarias europeas es que haya un trasvase. El del País Vasco es del tipo 1, y el del sur de la Península Ibérica es una combinación de los tipos 1 y 4. En cambio, el del norte de Europa es de tipo 8. El objetivo de la UE es evitar que se mezclen, porque ello podría dar al traste con las medidas de control implantadas.
El caso de la lengua azul, y su ascenso al norte, es sólo el último de una enfermedad de países cálidos que aparece en latitudes frías. El anterior registrado en Europa ha sido el virus Chikungunya. Este agente produce una enfermedad parecida a una gripe con fuertes dolores articulares, que impide en algunos casos que el enfermo se ponga de pie. Como la fiebre azul, el Chikungunya se transmite por un mosquito. Con el calentamiento, los insectos han ocupado zonas donde hasta ahora no llegaban. Los expertos de la UE creen estas enfermedades que no van a ser las últimas. La malaria y la fiebre del Nilo -también transmitidas por animales- están ya a las puertas.
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