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Entrevista:AVNER SHALEV | Director del Museo del Holocausto

"Es legítimo castigar a los negacionistas"

Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo que visitan oficialmente Israel conocen a Avner Shalev. Yad Vashem (en hebreo, un recuerdo, un nombre), el Museo del Holocausto de Jerusalén que él preside desde 1993 es parada obligada. Hijo de polacos que huyeron antes del estallido de la II Guerra Mundial, nació en la ciudad santa en 1939. Licenciado en Historia de Oriente Medio y Geografía, y asesor del jefe del Estado Mayor durante la guerra de Yom Kipur (1973), habla con tanta parsimonia como convencimiento.

Pregunta. Acaba de ser galardonado con la Legión de Honor de Francia, y mañana, en Oviedo, recibe el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en nombre de Yad Vashem. ¡Vaya aluvión!

"¿Qué motivó a los perpetradores del Holocausto, que no eran bestias?"
"Hay que explicarse los modelos de comportamiento de las víctimas"

Respuesta. No estamos acostumbrados. Es un honor. Es muy importante porque el jurado cree que el recuerdo de la Shoah forma parte de la cultura universal. Es muy relevante para nuestro presente, y para el futuro. Aborda un hecho sin precedentes que debe ser parte de nuestra identidad colectiva.

P. ¿Qué proyectos nuevos medita Yad Vashem?

R. Somos muy dinámicos. Mil estudiantes acuden cada día a nuestras escuelas; 250.000 vinieron en 2006. Tenemos 20 aulas y necesitamos 10 más. No se trata sólo de enseñar la historia del Holocausto; hemos de explicarnos los modelos de comportamiento de las víctimas: ¿qué motivó a los perpetradores del Holocausto, que no eran bestias, sino seres humanos malvados? ¿por qué muchos miraron hacia otro lado? ¿por qué colapsó el sistema de valores originado en la Revolución Francesa?

P. ¿Y con vistas al exterior?

R. Queremos llegar a jóvenes líderes políticos, sobre todo en Europa, y a quienes crean opinión. Subiremos a Internet nuestras enormes bases de datos, archivos y fotografías. También incluiremos más adelante parte de nuestra biblioteca, que tiene 112.000 volúmenes. Queremos traducir nuestra web al árabe, lo que es importante, y después al español. Y, por supuesto, averiguar los nombres de todas las víctimas que podamos. Es imposible hallarlos todos, porque en Europa Occidental se hicieron listas de las víctimas, pero no en Europa Oriental, donde comunidades enteras fueron prácticamente aniquiladas.

P. En varios países de Europa se ha incluido la negación del genocidio de los judíos en los códigos penales. Hay quien afirma, incluso personas que proclaman su amistad por Israel, que es contraproducente, que así se otorga mayor relevancia a esos historiadores.

R. La negación del Holocausto es un intento por reconstruir el nazismo y el fascismo. No es fruto de un interés histórico honesto. La libertad de expresión ha de tener límites, porque la negación es un ataque brutal a los valores democráticos. No puedo ser tolerante con quienes utilizan la libertad de expresión para destruir las sociedades democráticas. Por tanto, es legítimo castigar a los negacionistas del Holocausto. Hay mucha hipocresía cuando se dice que la libertad de expresión es más importante que la conservación de nuestros valores.

P. ¿Qué opina de las recientes compensaciones ofrecidas por el Gobierno israelí a varios grupos de supervivientes?

R. Quienes no son ayudados por Alemania lo son por nuestro sistema de bienestar. Hay un grupo de 8.000 personas que, pese a vivir bajo la ocupación nazi, no cumplían los criterios acordados entre Israel y Alemania. Su problema debió resolverse hace mucho. Lo más importante ahora es ocuparse de los 100.000 rusos mayores de 65 años. En la Unión Soviética no tuvieron derecho a recibir compensaciones porque, de acuerdo a lo pactado con Alemania, no les correspondían ayudas al no haber vivido bajo ocupación alemana, aunque tuvieron que abandonar sus casas.

P. El ex presidente de la Agencia Judía y del Parlamento israelí, Avraham Burg, ha escrito en su último libro -Derrotando a Hitler- que Israel debe superar el trauma del Holocausto y que Yad Vashem no debe ser la puerta de entrada de los gobernantes extranjeros que visitan Israel.

R. Burg está en el margen de los márgenes. No sé si él sabe lo que es. Lo conozco bien, no quiero comentar el tema.

Avner Shalev, director del Museo del Holocausto de Jerusalén.
Avner Shalev, director del Museo del Holocausto de Jerusalén.ap

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