La leche registra la mayor subida mensual en seis años, pero la inflación resiste en el 2,2%
El nivel de precios en agosto acorta el diferencial con la zona euro al mínimo desde 2004
Los avisos de la industria alimentaria sobre incrementos de precios en algunos productos empiezan a coger cuerpo, aunque el impacto es todavía desigual. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la leche se encareció un 2,3% en agosto, la mayor alza mensual desde enero de 2001. Sin embargo, la subida mensual del pan fue moderada (0,5%), aunque ya acumula un aumento del 6,4% en el último año. La evolución del petróleo y el recorte en productos electrónicos de consumo permitieron que la inflación global aguantara en el 2,2%, el mínimo de la legislatura.
Las comisiones bancarias y el tabaco acumulan los mayores incrementos en un año
La evolución del petróleo mantiene el IPC en el dato más bajo de la legislatura
Los problemas que tiene la industria láctea española para abastecerse y la escalada de precios en los mercados internacionales ya se tradujeron este verano en una notable subida en lo que cobran los ganaderos: de 0,30 a 0,42 euros por litro en sólo tres meses. Lo que reflejan los datos del IPC publicados ayer es que la industria ha empezado a repercutir al consumidor buena parte del alza en la materia prima.
Si a finales de julio el precio del tetrabrick oscilaba entre los 50 céntimos (las marcas blancas) y los 80 céntimos (las más caras), ahora ya es posible encontrar marcadores con valores superiores al euro en las estanterías de los supermercados reservadas a la leche. Y según lo dicho ayer por el director de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, a la agencia Efe, esos precios se generalizarán este mes.
Calabozo sostuvo que sólo algunas marcas repercutieron el incremento de las materias primas en agosto, y que muchas otras han aguantado hasta septiembre. Y rechazó que el incremento se deba a una práctica concertada por la industria, una posibilidad que la Comisión Nacional de Competencia ha anunciado que va a estudiar. "La subida se debe a una competencia feroz", rebatió el director de Fenil. El incremento de la leche tiene bases reales: la cuota establecida por la UE limita la producción española a 6,1 millones de toneladas, cuando el consumo está en 9 millones. La diferencia depende de importaciones que se han encarecido de forma notable por el tirón de la demanda de India y China (el consumo en el país asiático ha aumentado un 76% desde 2000).
La polémica sobre el efecto de la subida de los precios de los cereales (se ha duplicado en un año) tiene un reflejo estadístico menos nítido todavía. Ni el pan ni la carne, salvo la de ovino (los ganaderos se quejan del alza en los piensos), subieron de modo apreciable en agosto, aunque el precio del pan sí acumula ya un incremento anual del 6,4%. "La subida no será ni del 40% ni del 50% como se está diciendo por ahí", aseguró el presidente de la patronal Ceopan, Lorenzo Alonso. "Como mucho, sólo debería subir el 10%, que es lo que representa el precio del cereal en el coste de producción del pan", dijo el director general de Agricultura, Francisco Mombiela. Según sus cuentas, seis céntimos más sobre los 60 que suele costar una barra.
"Tenemos una información muy parcial, no permite aventurar una valoración", indicó el secretario de Estado de Economía, David Vegara, cuando se le inquirió en la presentación de los datos del IPC sobre un repunte de los precios de los alimentos tras el verano. Vegara consideró que Competencia "hace bien" en estudiar si hay alguna concertación de precios.
El precio del pan y la leche tienen, en todo caso, un peso muy relativo (apenas un 3% entre los dos productos) en la cesta de la compra que utiliza el INE. Y hay alimentos con comportamientos más extremos: el aceite baja un 16% en un año y las legumbres y hortalizas frescas suben un 7,5%.
Para Vegara, el factor clave que determina la inflación sigue siendo el precio del petróleo. Y, gracias a la fortaleza del euro, que abarata las importaciones, la evolución es aún positiva: el año pasado, el barril del brent fluctuó en agosto alrededor de los 58 euros, frente a los 53 euros de este año. Pero Vegara insistió ayer en el pronóstico del Gobierno: la comparación ya no será favorable a partir de septiembre y la inflación repuntará en los próximos meses. Pero, por ahora, tras la subida del 0,1% de agosto, la inflación interanual sigue anclada en el mínimo de la legislatura (2,2%) y acortó la distancia con la media de la zona euro (1,8%) hasta el nivel más bajo desde enero de 2004.
El precio de los carburantes y de varios bienes electrónicos de consumo (teléfonos, ordenadores, cámaras, televisiones) compensaron subidas habituales en el mes turístico por excelencia (hoteles, viajes organizados, pescado fresco). En los últimos 12 meses, destacan el encarecimiento del tabaco (bajaron en 2006) y de las comisiones bancarias.
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