CiU sostiene que la ley de cine invade el Estatuto de Cataluña
El grupo parlamentario estudia presentar una enmienda a la totalidad
El grupo parlamentario CiU presentará una enmienda a la totalidad del proyecto de ley de cine si el actual texto no se rectifica en ponencia, según aseguró ayer el diputado Jordi Vilajoana a este periódico. "El texto es claramente invasor con el Estatuto de Cataluña, que es una ley orgánica. Así lo ha especificado el Instituto de Estudios Autonómicos, que depende del Gobierno de la Generalitat, formado entre otros por el PSC. Nosotros queremos que la ley salga pero sin invadir competencias y menos de una ley orgánica", dijo Vilajoana. Esta posible enmienda a la totalidad del proyecto de ley del cine se uniría a la que ya ha anunciado Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), aludiendo el mismo motivo: invasión de competencias en Cataluña. Será la semana próxima cuando se cierre el plazo de presentación de enmiendas a esta ley, que ayer comenzó en la Comisión de Cultura del Congreso su andadura parlamentaria con la primera sesión de comparecencias de los representantes de los diferentes sectores.
El guión parecía escrito de antemano. Los que siempre han mostrado su oposición al texto de la ley, exhibidores y televisiones privadas, no defraudaron en sus expectativas y continuaron en sus duras críticas al actual articulado. Frente a ellos, la presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González Sinde, que representa -recordó- a 1.200 profesionales y que defendió el "futuro ilusionante de nuestro cine" y pidió a las televisiones privadas "compromiso y voluntad" y a las públicas la "colaboración necesaria para difundir y apoyar más eficazmente al cine español". "Las televisiones privadas gozan de la exclusividad de unas concesiones públicas y deben de revertir esos beneficios a la sociedad", aseguró González Sinde. La presidenta de la Academia presentó un panorama optimista de la cinematografía española -"es un arte que despierta interés entre los ciudadanos"-, alabó la profesionalidad de cineastas y técnicos y defendió la necesidad de abrir hueco a películas experimentales y minoritarias -citó a José Luis Gerín y Marc Recha-. "Este cine es paradójicamente el que viaja mejor fuera de nuestras fronteras", aseguró González Sinde. No todo fue optimista. La presidenta de la Academia también se refirió a las dificultades para amortizar las inversiones en el cine, al encarecimiento de los costes de producción y señaló como puntos débiles a la distribución, la exhibición y la promoción.
En nombre de las televisiones privadas intervino Jorge del Corral, secretario general de Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas). En una intervención directa y dura, Del Corral, que insistió en su oposición a la obligación de las televisiones de invertir un 5% de sus ingresos brutos anuales en cine europeo, exigió que las productoras dependientes de las televisiones tengan las mismas ayudas que las productoras independientes, no contemplado en el actual texto. "Si nosotros estamos obligados a invertir, ¿por qué se nos excluye de las ayudas?", se preguntó Del Corral, que, sin embargo, dijo, para tranquilidad de los grupos parlamentarios, que las cadenas privadas "nunca darán la espalda al cine español".
Los exhibidores, el otro sector que se opone de manera más frontal a la ley, tampoco defraudaron. En boca de Rafael Alvero, director general de Fedicine, asociación que engloba un 90% de las salas, exigieron la supresión de la cuota de pantalla -obligación de proyectar un día de cine europeo por tres de títulos norteamericanos- o, en su caso, algún tipo de compensación; la regulación de las ventanas de explotación de las películas y que las distribuidoras norteamericanas tengan un tope de un 48% de beneficios en el porcentaje de taquilla de sus películas.
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