Todos pendientes del ADN
La policía portuguesa reconduce la búsqueda de Madeleine bajo la hipótesis de que la niña murió hace tres meses
La búsqueda de la pequeña Madeleine McCann se ha vuelto a reanudar prácticamente desde el principio. El hallazgo de sangre en la pared del apartamento donde se alojaba la familia, de vacaciones en el Algarve portugués, abre un nuevo campo de investigación para la Policía Judicial, que trata de esclarecer qué ocurrió con la pequeña de cuatro años, que desapareció el 3 de mayo en Praia da Luz.
Aún no se sabe si la sangre encontrada pertenece a Madeleine. Las muestras han sido enviadas a Reino Unido para ser analizadas, y los resultados se conocerán a lo largo de esta semana. Sin embargo, cuando parece que la resaca del caso Madeleine estaba empezando a amainar, las investigaciones han dado un giro. Según el periódico portugués Jornal de Noticias, la hipótesis de que la pequeña fuese secuestrada empieza a dejar paso a la posibilidad de que la niña falleciese en el mismo apartamento donde fue vista por última vez.
El periódico portugués Diário de Noticias asegura que tanto los padres de la niña como su círculo más cercano están siendo investigados desde que la pequeña desapareció, hará 100 días el próximo sábado. Los indicios recogidos durante las investigaciones y los testimonios de los padres y los amigos de la pareja incurren en numerosas contradicciones. Además, según afirma el rotativo portugués, las escuchas telefónicas realizadas en el ámbito familiar y de amistades del matrimonio McCann han sido decisivas para reabrir la investigación. De momento, la Policía Judicial portuguesa ni confirma ni desmiente esta noticia.
La noche que Madeleine desapareció de la habitación del hotel donde dormía con sus dos hermanos mellizos de dos años, sus padres estaban cenando en un restaurante cercano con varios amigos. Sin embargo, fuentes policiales, recogidas por varios periódicos portugueses aseguran que hay un lapso de tres horas -entre las seis y las nueve de la noche- en las que nadie vio a los niños salvo sus padres. Gerry y Kate McCann, los padres de Madeleine, aseguran que acudieron al apartamento para comprobar que todo estaba bien. Sin embargo, la prensa portuguesa asegura que los McCann y sus amigos no coincidieron al explicar las horas de esas visitas ni precisaron cuando pudo producirse el secuestro.
Arrojada al mar
La Policía sigue centrando sus investigaciones en la zona de la Praia da Luz, el municipio donde desapareció la niña. Hace dos días se realizaron, con la ayuda de varios perros traídos de Reino Unido y de la Guardia Nacional Republicana, nuevas búsquedas en tierra y en la orilla marítima. Además, los investigadores han contactado con un especialista en corrientes marinas, por si el cadáver de la niña hubiese sido arrojado al mar.
El Jornal de Noticias, que cita a fuentes cercanas a la investigación, señala además que los agentes sospechan de los padres. Gerry y Kate McCann, quienes se han embarcado estos últimos meses en una gira para encontrar ayuda en la búsqueda de su hija, que les ha llevado a entrevistarse con personalidades como el Papa o el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
La familia McCann, sin embargo, mantienen que su hija sigue viva. Además, se mostraron bastante molestos con las informaciones aparecidas en la prensa portuguesa sobre la investigación y sobre su supuesta implicación en el caso. Los padres de Madeleine serán llamados por las autoridades para mantener conversaciones informales antes de conocer los resultados del ADN de los restos de sangre encontrados, asegura el Jornal de Noticias, que indica que un interrogatorio formal sólo se producirá si se confirma que la sangre pertenecía a Madeleine.
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