La circuncisión reduce un 60% el riesgo de contagio de sida

La circuncisión masculina podría ser una aliada clave para frenar la expansión del sida. Robert Bayley, profesor de Epidemiología en la Universidad de Illinois (Estados Unidos), encendió ayer la polémica en la Conferencia Internacional de Sidney al asegurar que esta técnica, seguida por el 67% de los hombres en África, reduce en un 60% la expansión del virus. Unas conclusiones obtenidas después de realizar estudios en Kenia, Uganda, Malaui, Zambia y Estados Unidos. La OMS avaló este enfoque pero advirtió que no se debe bajar la guardia ni que los hombres circundados prescindan de otros medios considerados seguros para prevenir el sida.

Bayley declaró que la sociedad científica consideró la circuncisión como posible método preventivo hace ya 24 años, pero la OMS no lo ha respaldado hasta el pasado mes de marzo. Hasta ahora sólo el 30% de la población masculina mundial se ha sometido a esta práctica apoyada o denostada por razones religiosas y no sólo sanitarias.

El investigador estadounidense invitó a las comunidades locales a pasar de la investigación a la política y a promover la técnica "de un modo seguro, higiénico y no discriminatorio, es decir, sin imposiciones".

No fue ésta la única aportación a la Conferencia Internacional. Los expertos presentaron también nuevas estrategias de tratamiento que combinan medicamentos ya utilizados, como los inhibidores, e innovadoras terapias genéticas.

Cada minuto, un niño

Médicos sin Fronteras enfocó la pandemia desde otro ángulo: el del abandono que sufren los niños frente al contagio. El balance final no puede ser más dramático: cada minuto, un menor de 15 años se infecta y el sida acaba con la vida de 1.000 pequeños cada día. Lo terrible es que 9 de cada 10 contagios se deben a la transmisión materna y podrían ser evitados. Mientras que en Europa o Norteamérica se previene este tipo de contagio, en África la atención pediátrica frente al VIH es inexistente. No en vano de los 540.000 niños que contrajeron el virus en 2006, 470.000 vivían en África.