Precio libre para los libros de texto

No hubo sorpresas. El Congreso dio ayer luz verde a la nueva Ley de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas, con un amplio respaldo parlamentario. Llegaba a la Cámara tras meses de negociaciones entre los grupos -se han incorporado 130 enmiendas al texto inicial- y de conversaciones con el sector, que han servido para consagrar el canon por préstamo bibliotecario obligado por el Tribunal Europeo (0,20 euros por ejemplar) y un nuevo sistema tarifario. Los libros estarán sometidos a precio fijo, salvo excepciones. Una de ellas, los manuales de enseñanza, que se regirán por el precio libre frente al de descuentos ilimitados vigente hasta hoy.

La nueva norma, que sustituye a una ley de 1975, entrará en vigor en breve. La ministra de Cultura, Carmen Calvo -no pudo asistir al debate completo por la entrega de los Premios Nacionales de Literatura-, habló ayer de un plazo de "24 o 48 horas", "para facilitar las cosas al sector" y para "que los editores lleguen a tiempo a la campaña escolar". No sólo los editores, también otros agentes implicados en el negocio de los libros de texto (representa el 21,4% del total del sector), han levantado la voz en los últimos meses para apremiar a los políticos. Temían no llegar a tiempo a la campaña de este año. "Llegamos con el tiempo justo, pero llegamos", afirmó ayer Fernando Valverde, presidente de CEGAL, la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros. "Pero la campaña se ha retrasado y va a ser caótica, mucho más compleja de gestionar, por este retraso", matizó José Manuel Anta, presidente de Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Edicione, FANDE.

Los dos coinciden, en todo caso, en que esta ley, diseñada para propiciar el fomento de la lectura y el desarrollo del sistema bibliotecario -destina 431 millones de euros hasta 2014-, era necesaria para defender mejor a las librerías pequeñas e independientes de las grandes superficies. "No es el mejor sistema, pero es mejor que el que teníamos", señaló Anta. "Será un revulsivo para el sector del libro de texto", insistió José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE).