"Ya no hay tiempo para la autoformación, todo es consulta"
Lleva desde 1991 atendiendo el consultorio del pueblo de Ispaster (Vizcaya) y aún es interino. Aitor Larrinaga no acudió el viernes a su puesto de trabajo porque se apuntó al paro convocado por el Sindicato Médico de Euskadi (SME) en demanda de mejores condiciones de trabajo y un aumento de los recursos e inversiones. En el consultorio, Larrinaga atiende una media de 18 pacientes al día. "Ispaster es un pueblo pequeño, de unos 700 habitantes. A lo mejor mi caso no es comparable con el de otros compañeros que tienen 30 ó 40 pacientes, pero los males en la Atención Primaria son comunes a todos los médicos".
"El problema de la Atención Primaria es que se encuentra saturada. Cada vez hay más demanda y la plantilla sigue igual. Antes tenía tiempo para autoformación, para acudir a cursos, pero ahora todo es consulta. No hay tiempo de nada".
"A veces estoy más pendiente del programa informático Osabide que del paciente"
En cuanto a la carrera profesional, Larrinaga también se muestra muy quejoso. "Osakidetza ha puesto una serie de niveles que hay que ir superando con una evaluación previa. Son los jefes y los gerentes los que hacen esa evaluación, con lo que los criterios siempre tenderán a ser subjetivos. Además, los interinos no tienen derecho a acceder a la carrera. Resulta discriminatorio cuando el trabajo que realizan es el mismo que el resto".
Los políticos que dirigen el sistema sanitario "han vivido de las rentas". "Varias veces les hemos advertido de que los médicos de Atención Primaria necesitan una puesta al día, una apuesta decidida por la formación. Todo han sido buenas palabras y deseos, pero a la hora de la verdad, nada de nada. Se ralentiza todo y al final se han terminado por juntar muchas cosas para desbordar el vaso de la paciencia".
Larrinaga recuerda la pérdida de poder adquisitivo que progresivamente han ido sufriendo los médicos y lo difícil que resulta encontrar sustitutos para las vacaciones o para cubrir una baja. "Ya no hay sustitutos. Nos sustituimos unos compañeros a otros, con lo que la carga de trabajo aumenta de manera considerable para el que se queda. Osakidetza se está quedando atrás y nadie pone soluciones para que no sea así".
Otro motivo de queja es el programa informático Osabide, destinado a la centralización de las historias clínicas. "En algunos casos, estoy más pendiente del ordenador que del paciente. Y tiene que ser al revés. Cualquier programa informático debe estar al servicio del médico y no el médico a su servicio".
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