Edificios más limpios
Ni paredes endebles que dejen pasar ruidos, frío y calor, ni calderas ineficientes que despilfarren energía y agua, ni edificios sin instalaciones de energías renovables? Al boom de la construcción le ha llegado su hora verde por ley, y empresas constructoras e instaladores profesionales deben someterse a ella para que los hogares sean más eficientes energéticamente y colaboren en la reducción de emisiones contaminantes.
En la actualidad, y tras la reciente entrada en vigor del nuevo Código Técnico de la Edificación, cualquier vivienda de nueva construcción o que se rehabilite deberá contar con captadores solares térmicos para la producción de agua caliente sanitaria y el calentamiento de piscinas. También el origen de la electricidad tendrá que ser renovable, al menos en el sector terciario, para lo que será necesario contar con paneles solares fotovoltaicos. Cualquier comprador de vivienda nueva o en reforma podrá exigir este tipo de cualidades ecológicas, que son ampliables a otras relacionadas con la seguridad y habitabilidad de los pisos y las casas.
Doce zonas. Debido a que el sol no luce ni calienta con la misma intensidad en toda la geografía española, se distinguen hasta 12 zonas climáticas, a las que se asigna un porcentaje de utilización de energías renovables de obligada implantación. Según el nuevo código, en Madrid, el 70% del agua caliente se debe producir con paneles solares, mientras que en el norte de la Península baja hasta el 30%. El tamaño del edificio y el tipo de combustible que se vaya a sustituir también influyen.
Otra de las normativas que ayudan a realizar una compra más ecológica de una vivienda nueva es la certificación energética, que permite comparar y evaluar la eficiencia en el consumo de energía. El certificado debe ir acompañado de una etiqueta que contiene información tanto del consumo de energía anual de la vivienda como de las emisiones, también anuales, de dióxido de carbono (CO2). Para que la lectura de dicha etiqueta sea más comprensible, se añade una escala de colores (del verde al rojo) y de letras (de la A a la G), que diferencian las viviendas más eficientes (color más verde y letra A), de las menos (color rojo oscuro y letra G). Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), "un edificio con una clase de eficiencia energética B significará que tiene una reducción de emisiones de CO2, como consecuencia de un menor consumo de energía, de entre el 35% y el 60% de las que tendría un edificio que cumpliera con los mínimos que fija el Código Técnico de la Edificación. Ese porcentaje de ahorro debería ser superior al 60% si la clase de eficiencia energética deseada fuera la máxima, la A".
Cuánto dura. El certificado, que tiene una validez máxima de 10 años, se deberá presentar, con el resto de documentos de la vivienda nueva, en el momento de su compra o alquiler.
¿Las casas serán más caras?
La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, reconoció el pasado año, tras la aprobación en Consejo de Ministros del Código Técnico de la Edificación (CTE), que debido a las nuevas exigencias energéticas, de seguridad y habitabilidad, se encarecería el precio de la vivienda nueva en torno a un 1%. Meses después, durante el Salón de la Construcción Hábitat, celebrado en Palma de Mallorca, promotores inmobiliarios y constructores subieron ese porcentaje a un mínimo del 2% y a un máximo del 7%. La reciente entrada en vigor del CTE no ha permitido aún contrastar estas cifras, pero sí avanzar que el ahorro en la factura de la energía permitirá compensar en cinco años ese posible encarecimiento. Según estimaciones del Observatorio de la Sostenibilidad en España, la aplicación del CTE podrá reducir el gasto energético un 30% o 40%, y las emisiones de CO2, un 50%.
Memoria de calidades
Además de las recientes leyes que permiten obtener información sobre la calidad ecológica y energética de las viviendas nuevas, cualquier comprador, amparado por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, tiene derecho a exigir al vendedor una memoria de calidades. Esta memoria otorga muchas pistas sobre el futuro gasto en energía y dinero de la nueva vivienda y permite comparar esta variable con otras opciones de compra.
Legalmente, y como mínimo, debe incluir la siguiente información:
Espesor, en centímetros, del aislamiento que tiene el edificio.
Clase de aislamiento térmico y acústico empleados.
Tipos de ventanas y acristalamiento.
Descripción de las instalaciones de calefacción y agua caliente.
Especificaciones de la regulación automática prevista para dichas instalaciones.
Número y potencia de las calderas.
Volumen de acumulación de agua caliente.
Fuente: ‘Guía práctica de la energía. Consumo eficiente y responsable’. IDEA.
Más información en la ‘Guía práctica de la energía. Consumo eficiente y responsable’, del IDAE, que regaló El País el pasado 1 de abril. Y en las páginas ‘web’ del mismo instituto (www.idae.es), de la revista ‘Energías Renovables’ (www.energiasrenovables.com) y en www.codigotecnico.org.
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